lunes, 16 de abril de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 15/04/2018

Salterio 3° Semana. Tomo II Tiempo Pascual/3°
DOMINGO 15 ABRIL






Santos Damián de Molokai p1, Abundio d; Teodoro y
Pausilipo mrs



Papa Francisco: A través de la Eucaristía, Cristo quiere entrar en nuestra existencia e impregnarla con su gracia, de tal modo que en cada comunidad cristiana exista esta coherencia entre liturgia y vida. El corazón se llena de confianza y esperanza pensando en las palabras de Jesús citadas en el Evangelio: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6,54). Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de penitencia, de alegría comunitaria, de atención hacia los necesitados y hacia las necesidades de tantos hermanos y hermanas, con la certeza de que el Señor cumplirá lo que nos ha prometido: la vida eterna.


PALABRA:
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre». Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.


ORACIÓN:
Hechos 9,1-20; Salmo 116,1-2 • JUAN 6,52-59
JESUCRISTO, yo quiero a toda costa lo único necesario, que es vivir en tu amistad en este mundo y continuar en la vida eterna, cara a cara contigo. Y tú me descubres hoy el secreto para conseguir mi mayor deseo: comer tu carne y beber tu sangre. Lo hago cada domingo, o cada día, en la comunión. Pero ¿tengo siempre esa fe viva en tu presencia real, en tu poder como fuente de vida eterna, y en el amor al mejor Amigo? Algo creo, pero, por tu Misericordia, aumenta mi fe. (Sigue tu oración personal).

El que come mi carne y bebe mi sangre

y  habita en mí y yo en él.









                       

domingo, 15 de abril de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 14/04/2018

Tiempo Pascual/3° Salterio 3° Semana. Tomo 11
Sábado 14 abril



Santos lamberto ob, Bernardo ob, Ludivina vg

Beato pedro gonzalez (San Telmo) pb
                                                                                                                       

Papa Francisco: Además del hambre física, el hombre lleva en sí otra hambre, un hambre de vida, hambre de amor, hambre de eternidad. El signo del maná —como toda la experiencia del Éxodo— contenía en sí también esta dimensión: era figura de un alimento que satisface esta profunda hambre que hay en el hombre. Jesús nos da este alimento, es más, es Él mismo el pan vivo que da la vida al mundo (cf. ln 6,51). Su Cuerpo es el verdadero alimento bajo la especie del pan; su Sangre es la verdadera bebida bajo la especie del vino. No es un simple alimento con el cual saciar nuestro cuerpo, como el maná; el Cuerpo de Cristo es el pan de los últimos tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna, porque la esencia de este pan es el Amor.


PALABRA:
Dijo Jesús a la gente: «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el
Padre que me ha enviado.Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios". Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ese ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».



ORACIÓN: Hechos 8,26-40; Salmo 65,8-9.16-17.20 • JUAN 6,44-51


JESUCRISTO, yo creo en ti, pero aumenta mi fe. Que el Padre me atraiga con la fuerza de su amor y me una a ti para siempre. ¿Dónde podré estar más seguro y más a gusto? ¿Dónde encontraría el verdadero alimento que da vida eterna, fuera del ámbito de tu Palabra llena de Misericordia, y de mi respuesta a tu amor que crea nuestra amistad? (Sigue tu oración personal).


Os lo aseguro:

el que cree tiene vida eterna.






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