DOMINGO 15 ABRIL
Santos Damián de Molokai p1, Abundio d; Teodoro y
Pausilipo mrs
Papa Francisco: A través de la Eucaristía, Cristo quiere entrar en nuestra existencia e impregnarla con su gracia, de tal modo que en cada comunidad cristiana exista esta coherencia entre liturgia y vida. El corazón se llena de confianza y esperanza pensando en las palabras de Jesús citadas en el Evangelio: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6,54). Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de penitencia, de alegría comunitaria, de atención hacia los necesitados y hacia las necesidades de tantos hermanos y hermanas, con la certeza de que el Señor cumplirá lo que nos ha prometido: la vida eterna.
PALABRA:
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre». Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.
ORACIÓN:
Hechos 9,1-20; Salmo 116,1-2 • JUAN 6,52-59
JESUCRISTO, yo quiero a toda costa lo único necesario, que es vivir en tu amistad en este mundo y continuar en la vida eterna, cara a cara contigo. Y tú me descubres hoy el secreto para conseguir mi mayor deseo: comer tu carne y beber tu sangre. Lo hago cada domingo, o cada día, en la comunión. Pero ¿tengo siempre esa fe viva en tu presencia real, en tu poder como fuente de vida eterna, y en el amor al mejor Amigo? Algo creo, pero, por tu Misericordia, aumenta mi fe. (Sigue tu oración personal).
El que come mi carne y bebe mi sangre
y habita en mí y yo en él.