miércoles, 2 de mayo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 01/05/2018 DÍA DEL TRABAJADOR




MAYO Tiempo Pascual/6° Salterio 2° Semana. Tomo II
Martes 1 DE Mayo DÍA DEl TRABAJADOR



Santos JOSÉ OBRERO, Jeremías prof,  Ricardo Pampuri rl,

Segundo ob, Segismundo re. Beata Mafalda vg








JORNADA DEL CLERO NATIVO.
CAMPAÑA MISIONERA "PRIMAVERA DE LA IGLESIA"







Papa Francisco: «¡Paz a vosotros!». No es un saludo ni una sencilla felicitación: es un don; más aún, el don precioso que Cristo ofrece a sus discípulos después de haber pasado a través de la muerte y los infiernos. Da la paz, como había prometido: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo» (in 14,27). Esta paz es el fruto de la victoria del amor de Dios sobre el mal, es el fruto del perdón. Y es justamente así: la verdadera paz, la paz profunda, viene de tener experiencia de la misericordia de Dios. ¡Tengamos nosotros más valor para testimoniar la fe en el Cristo Resucitado! ¡No debemos temer ser cristianos y vivir como cristianos! Debemos tener esta valentía de ir y anunciar a Cristo Resucitado, porque Él es nuestra paz, Él ha hecho la paz con su amor, con su perdón, con su sangre, con su misericordia.





PALABRA:
Hechos 15,1-2.22-29: 
Unos que bajaban de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban como manda la ley de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes de la comunidad, y les entregaron esta carta: «Los apóstoles, los presbíteros y los hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que no os contaminéis con la idolatría, que no comáis sangre ni animales estrangulados y que os abstengáis de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud».




Salmo 66,2-8: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.





Apocalipsis 21,10-14.22-23: El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados; los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. El muro tenía doce cimientos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. Templo no vi ninguno, porque es su templo el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero. La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.

Juan 14,23-29: 
Dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras.Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado". Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo».


ORACIÓN:
JESUCRISTO, anuncias tu partida y prometes enviar tu Espíritu, el Defensor, el que me aclarará tantas cosas que, aunque las entienda con la mente, no siempre las acepto con el corazón. Lo que sí entiendo con la fe, y acepto con toda mi alma agradecida, es que
hayas decidido venir a mí para hacer tu morada en mí. Es lo más grande que me puede ocurrir: Ser templo de la Santísima Trinidad. Con esta maravillosa compañía, que adelanta la vida eterna, me será posible compartir la Misericordia con mis Tres. (Sigue tu oración personal).












martes, 1 de mayo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 30/04/2018

Salterio 1° Semana. Tomo II Tiempo Pascual/ 3º
Sábado 30 Abril



Santos PÍO V pp, José Benito Cottolengo pb,
Amador y co mrs, Mª de la Encarnación Guyart vd rl.




Papa Francisco: [También a vosotros os perseguirán]. ¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel «amar hasta . el extremo» que llevó a Jesús a la Cruz. No existe el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se ama, se ama hasta el extremo. En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte, el peso del pecado, pero se confió enteramente al Padre, y ha perdonado. Apenas pronunció palabras, pero entregó la vida. Cristo nos precede en el amor; los mártires lo han imitado en el amor hasta el final.






PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo os odia, sabed que me
ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra".Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».






















ORACION:
Hechos 16,1-10; Salmo 99,1-5 • JUAN 15,18-21
JESUCRISTO, ahora entiendo por qué tu Iglesia -y los que formamos parte de ella- es odiada y perseguida. No puedo ocultar que me hace temblar el odio del mundo, pero yo no quiero ser del mundo y espero contar contigo -que, por tu Misericordia, me has escogido- en la hora de la persecución. Es un honor tener conciencia de que, aunque sea duro, me llamas a seguir tus huellas como discípulo. (Sigue tu oración personal).
















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