miércoles, 2 de mayo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 02/05/2018

Tiempo Pascual/6° Salterio 2° Semana. Tomo II
Miércoles 02 Mayo





Santos ATANASIO ob dc, Félix de Sevilla di mr,

Hesperio y Zoes es e hijos mrs


Papa Francisco: En el Evangelio (in 14,21-26), Jesús nos dice una cosa: "Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho Por lo tanto, el corazón debe estar firme en el Espíritu Santo, un don que Jesús nos ha mandado. Todos nosotros, si queremos encontrar firmeza en nuestra vida entre las vicisitudes humanas que todos nosotros tenemos, debemos ir a Él. Él está en nuestro corazón, lo hemos recibido en el bautismo. Jesús dice dos cosas de este Espíritu Santo: os enseñará todo y os recordará todo esto. Es el Espíritu Santo quien da firmeza al corazón en medio de las persecuciones, problemas, discusiones, envidias y celos.


PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os   enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios.Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

ORACIÓN:
Hechos 16,11-15; Salmo 149,1-6.9 • JUAN 15,26 - 16,41
JESUCRISTO, nos anuncias que nos enviarás al Defensor desde el Padre. ¿De qué nos va a defender, qué percance nos espera? Algo muy grave:"El que os dé muerte pensará  que da culto a Dios". Efectivamente, me va a hacer falta el Espíritu Defensor. No para librarme de la muerte, si ese es tu designio sobre mí, sino para que comprenda que cualquier cosa, martirio incluido, puede suceder a quien se declara seguidor tuyo. Por eso lo anuncias "para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho". Quedo enterado. Y estoy dispuesto a lo que venga. Con la Trinidad implicada —tú me envías desde el Padre al Espíritu- ¿qué puedo temer de quien es la Misericordia? (Sigue tu oración personal).

El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí,

y también vosotros daréis testimonio.











CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 01/05/2018 DÍA DEL TRABAJADOR




MAYO Tiempo Pascual/6° Salterio 2° Semana. Tomo II
Martes 1 DE Mayo DÍA DEl TRABAJADOR



Santos JOSÉ OBRERO, Jeremías prof,  Ricardo Pampuri rl,

Segundo ob, Segismundo re. Beata Mafalda vg








JORNADA DEL CLERO NATIVO.
CAMPAÑA MISIONERA "PRIMAVERA DE LA IGLESIA"







Papa Francisco: «¡Paz a vosotros!». No es un saludo ni una sencilla felicitación: es un don; más aún, el don precioso que Cristo ofrece a sus discípulos después de haber pasado a través de la muerte y los infiernos. Da la paz, como había prometido: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo» (in 14,27). Esta paz es el fruto de la victoria del amor de Dios sobre el mal, es el fruto del perdón. Y es justamente así: la verdadera paz, la paz profunda, viene de tener experiencia de la misericordia de Dios. ¡Tengamos nosotros más valor para testimoniar la fe en el Cristo Resucitado! ¡No debemos temer ser cristianos y vivir como cristianos! Debemos tener esta valentía de ir y anunciar a Cristo Resucitado, porque Él es nuestra paz, Él ha hecho la paz con su amor, con su perdón, con su sangre, con su misericordia.





PALABRA:
Hechos 15,1-2.22-29: 
Unos que bajaban de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban como manda la ley de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes de la comunidad, y les entregaron esta carta: «Los apóstoles, los presbíteros y los hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que no os contaminéis con la idolatría, que no comáis sangre ni animales estrangulados y que os abstengáis de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud».




Salmo 66,2-8: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.





Apocalipsis 21,10-14.22-23: El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados; los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. El muro tenía doce cimientos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. Templo no vi ninguno, porque es su templo el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero. La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.

Juan 14,23-29: 
Dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras.Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado". Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo».


ORACIÓN:
JESUCRISTO, anuncias tu partida y prometes enviar tu Espíritu, el Defensor, el que me aclarará tantas cosas que, aunque las entienda con la mente, no siempre las acepto con el corazón. Lo que sí entiendo con la fe, y acepto con toda mi alma agradecida, es que
hayas decidido venir a mí para hacer tu morada en mí. Es lo más grande que me puede ocurrir: Ser templo de la Santísima Trinidad. Con esta maravillosa compañía, que adelanta la vida eterna, me será posible compartir la Misericordia con mis Tres. (Sigue tu oración personal).












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