Tiempo Pascual/7° Salterio 3° Semana. Tomo II
Viernes 11 Mayo
Santos Francisco de Jerónimo pb, Mamerto ob.
Beato Ceferino Namuncurá la.
Papa Francisco: «El mundo los ha odiado». Los mártires y la comunidad cristiana tuvieron que elegir entre seguir a Jesús o al mundo. Habían escuchado la advertencia del Señor de que el mundo los odiaría por su causa (cf. in 17,14); sabían el precio de ser discípulos. Para muchos, esto significó persecución y, más tarde, la fuga a las montañas, donde formaron aldeas católicas. Estaban dispuestos a grandes sacrificios y a despojarse de todo lo que pudiera apartarles de Cristo —pertenencias y tierras, prestigio y honor—, porque
sabían que sólo Cristo era su verdadero tesoro.
PALABRA:
Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida.Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad».
ORACIÓN:
Hechos 20,28-38; Salmo 67,29-30.33-36 • JUAN 17,11b-19
JESUCRISTO, me llena de gozo saber que continúas pidiéndole al Padre que me guarde del mal, que me consagre en la verdad, que tu palabra cale en mi corazón, y mi alegría, unido a ti, sea completa. Así podré seguir en el mundo, que me odia como a ti, por no ser del mundo. Y anunciar, con la palabra y la vida, que en ti está la salvación de tus elegidos y de todo el mundo: tú eres el Amor y la Misericordia. (Sigue tu oración personal).
No son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo.