domingo, 13 de mayo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 12/05/2018






Tiempo Pascual/7°   Salterio 3° Semana. Tomo II
Sábado 12 Mayo






Santos Nereo y Aquiles mrs, Pancracio mr,
Domingo de la Calzada pb, Germán ob.
Beatas Imelda vg, Juana de Portugal mj


Papa Francisco: Abramos nuestro corazón a la acción del Espíritu Santo, el Espíritu del Amor (cf. Rm 5,5), para caminar juntos hacia el día bendito en que reencontremos nuestra plena comunión. En este camino nos sentimos sostenidos por la oración que el mismo Jesús, en esta Ciudad, la vigilia de su pasión, elevó al Padre por sus discípulos, y que no nos cansamos, con humildad, de hacer nuestra: "Que todos sean uno... para que el mundo crea" (in 17,21). 

Y cuando la desunión nos haga pesimistas, poco animosos, desconfiados, vayamos todos bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Cuando en el alma cristiana hay turbulencias espirituales, solamente bajo el manto de la Santa Madre de Dios encontramos paz. Que Ella nos ayude en este camino.








PALABRA:
Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo: «Padre Santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la 
palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí. Padre, ese es mi deseo: Que los que me confiaste estén conmigo, donde yo estoy, y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu Nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, como también yo estoy en ellos».


ORACIÓN:
Hechos 22,30; 23,6-11; Salmo 15,1-2. 5-11 • JUAN 17,20-26
JESUCRISTO, sentado a la derecha del Padre, sigues intercediendo por los que dejas en este mundo, porque tu ayuda nos es imprescindible. Que llegue el día en que mi unión contigo sea perfecta: que esté donde tú estás y contemple tu gloria. Mientras animo hacia la meta, el Padre me sigue amando y ese amor misericordioso fortalece mi debilidad y eleva mi dignidad y mi responsabilidad de hijo de Dios. (Sigue tu oración personal).










            

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 11/05/2018





Tiempo Pascual/7° Salterio 3° Semana. Tomo II
Viernes 11 Mayo










Santos Francisco de Jerónimo pb, Mamerto ob.
Beato Ceferino Namuncurá la.



Papa Francisco: «El mundo los ha odiado». Los mártires y la comunidad cristiana tuvieron que elegir entre seguir a Jesús o al mundo. Habían escuchado la advertencia del Señor de que el mundo los odiaría por su causa (cf. in 17,14); sabían el precio de ser discípulos. Para muchos, esto significó persecución y, más tarde, la fuga a las montañas, donde formaron aldeas católicas. Estaban dispuestos a grandes sacrificios y a despojarse de todo lo que pudiera apartarles de Cristo —pertenencias y tierras, prestigio y honor—, porque 

sabían que sólo Cristo era su verdadero tesoro.





PALABRA:
Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean  uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida.Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad».


ORACIÓN:
Hechos 20,28-38; Salmo 67,29-30.33-36 • JUAN 17,11b-19
JESUCRISTO, me llena de gozo saber que continúas pidiéndole al Padre que me guarde del mal, que me consagre en la verdad, que tu palabra cale en mi corazón, y mi alegría, unido a ti, sea completa. Así podré seguir en el mundo, que me odia como a ti, por no ser del mundo. Y anunciar, con la palabra y la vida, que en ti está la salvación de tus elegidos y de todo el mundo: tú eres el Amor y la Misericordia. (Sigue tu oración personal).

No son del mundo,

como tampoco yo soy del mundo.

















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