miércoles, 16 de mayo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 15/05/2018






Tiempo Ordinario/7°  Salterio 3° Semana. Tomo III
Martes 15 Mayo





 Santos Simón Stock pb, Gema Galgani vg,
Andrés Bobola pb mr, Alipio y Posidio obs.
Beato Gil de Santarem pb

Papa Francisco: Jesús bajaba del monte donde se había transfigurado y se encontró con esta gente inquieta, en desorden: discutían, gritaban. Jesús preguntó qué sucedía, el alboroto disminuyó y comenzó un diálogo con el papá del muchacho poseído. El muchacho parecía como muerto. Jesús lo tomó de la mano, le hizo levantar y lo puso en pie. El muchacho estaba curado y podía volver a casa. Todo ese desorden, esa discusión, acabó en un gesto: Jesús se abaja y toma al niño. Estos gestos de Jesús nos hacen pensar. Jesús siempre nos hace volver a casa, jamás nos deja solos por el camino. Estos gestos de Jesús nos enseñan que cada curación, cada perdón, siempre nos hace volver a nuestro pueblo que es la Iglesia.




PALABRA:
Cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar
adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente Alrededor, y  a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: «¿De qué discutís?». Uno le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces». Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo». Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?». Contestó él: «Desde ¡ pequeño.Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con éI. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos». Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe». Entonces el padre del muchacho gritó: «Tengo Fe, pero dudo; ayúdame». Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando:Vete y no vuelvas a entrar en él». Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, tomándolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?».
respondió: «Esta especie sólo puede salir con oración».


ORACIÓN:
Santiago 3,13-18; Salmo 18,8-10.15 • MARCOS 9,14-29
SEÑOR, todo es posible al que tiene fe. ¡Dámela, por tu Misericordia! Así no tendrás que soportarme en mi tibieza. (Sigue tu oración personal).


















martes, 15 de mayo de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 14/05/2018








Tiempo Pascual/7° Salterio 3° Semana. Tomo II
Lunes 14 Mayo










Santos MATÍAS ap,

María Dominica Mazzarello A, Justa y Eredina mrs



Papa Francisco: la mayor prueba de la fiabilidad del amor de Cristo se encuentra en su  muerte por los hombres. Si dar la vida por los amigos es la demostración más grande de amor (cf. in 15,13), Jesús ha ofrecido la suya por todos, también por los que eran sus enemigos, para transformar los corazones. Por eso, los evangelistas han situado en la hora de la cruz el momento culminante de la mirada de fe, porque en esa hora resplandece el amor divino en toda su altura y amplitud.





PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os
he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis manda-
mientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y  deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

ORACIÓN:
Hechos 1,15-17.20-26; Salmo 112,1-8 • JUAN 15,9-17
JESUCRISTO: en la fiesta del apóstol san Matías, insistes en la amistad entre tú y yo, una amistad que será realidad por mi parte cuando sea fiel a tus mandatos. Tú me has elegido: estoy en tus manos, haz de mí lo que quieras: yo confío en tu Misericordia. (Ahora sigue tu oración personal).

Este es mi mandamiento:
os améis unos a otros como yo os he amado










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