Tiempo Ordinario/7° Salterio 3° Semana. Tomo III
Domingo 20 Mayo
Santos Bernardino de Siena pb,
Lidia NT, Áurea mr
Papa Francisco: Los fariseos, «para ponerlo a prueba», plantearon a Jesús la cuestión sobre el divorcio: «Si era lícito a un marido repudiar a la propia mujer». Y Jesús respondió ante todo preguntándoles lo que decía la ley y explicando por qué Moisés hizo esa ley de ese modo. De la casuística va al centro del problema: «Desde el inicio de la creación, Dios los hizo varón y mujer; por ello el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Así ya no son dos, sino una sola carne». El Señor eligió precisamente esta imagen para explicar el amor que Él tiene con su pueblo. Un amor grande hasta el punto que aun cuando el pueblo no es fiel, Él habla con palabras de amor. Cuán hermoso es el amor, cuán hermoso es el matrimonio, cuán hermosa es la familia. Pero también cuánto amor, y cuánta cercanía, también nosotros debemos tener con los hermanos y las hermanas que en su vida tuvieron la desgracia de un fracaso en el amor. No hay que condenar sino caminar con ellos.
PALABRA: Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: «¿Le es licito a un hombre divorciarse de su mujer?». Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?». Contestaron Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio».
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto.Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su Padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: « Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera.Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
ORACIÓN:
Santiago 5,9-12; Salmo 10,1-4.8-12 • MARCOS 10,1-12
SEÑOR, la terquedad de unos y la malicia de otros van logrando tirar por tierra los cimientos del matrimonio y la familia, tan bien puestos por ti desde el principio de la creación. Parejas del mismo sexo con el sagrado nombre de matrimonio, divorcio, familias rotas, hijos a la deriva con Padres de hecho que suplantan a los de derecho y de verdad... son algunos de los amargos frutos de la maligna acción del hombre contra la institución matrimonial. ¡Ten misericordia de nuestro mundo, danos la audacia necesaria para defender los valores cristianos, los más provechosos para el hombre, la mujer y los niños de hoy y de siempre! (Sigue tu oración personal).