VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA.
FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN Tomo III
Jueves 31 Mayo
Santos Noé Mawaggali mr, Petronila vg mr, Silvio ob
Papa Francisco: María se puso en camino deprisa. Es bello pensar esto de la Virgen, de nuestra Madre, que va deprisa, porque tiene esto dentro: ayudar. Fue a ayudar a Isabel. La Virgen es siempre así. Es nuestra Madre, que siempre viene deprisa cuando tenemos necesidad. Sería bello añadir a las Letanías de la Virgen una que diga así: «Señora que vas deprisa, ruega por nosotros».
PALABRA:
María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se
llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá». María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -come lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». María se quedó con Isabel unos tres meses después volvió a su casa.
Sofonías 3,14-18; Salmo: Isaías 12,2-6 • LUCAS 1,39
JESÚS, mayo termina evocando a tu Madre, que, contigo en su seno -¡Ah, qué procesión del Corpus la que se inició aquel día!-, corrió presurosa a casa de lsabeI que se declaró esclava del Señor se hizo sierva de su prima. Con María, proclamo: "Tu Misericordia" llega a tus fieles de generación en generación". (Sigue tu oración personal).