Tiempo Ordinario/12° Salterio 4ªSemana. Tomo III
Domingo 24 Junio
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA, Simplicio pf ob,
Rumoldo er mr. Beata M.a Guadalupe García, vg
Papa Francisco: Existen muchas personas, cristianos y no cristianos, que «pierden la propia vida» por la verdad. Cristo dijo «yo soy la verdad», por lo tanto quien sirve a la verdad sirve a Cristo. Una de estas personas, que dio la vida por la verdad, es Juan el Bautista: el 24 de junio es su fiesta grande, la solemnidad de su nacimiento. Juan fue elegido por Dios para preparar el camino a Jesús, y lo indicó al pueblo de Israel como el Mesías, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (cf. In 1,29). Juan se consagró totalmente a Dios y a su enviado, Jesús. Pero, al final, ¿qué sucedió? Murió por causa de la verdad, cuando denunció el adulterio del rey Herodes y Herodías. ¡Cuántas personas pagan a caro precio el compromiso por la verdad! Cuántos hombre rectos prefieren ir a contracorriente, con tal de no negar la voz de la conciencia, la voz de la verdad. Personas recta que no tienen miedo de ir a contracorriente. Y nosotros, no debemos tener miedo. Entre vosotros hay muchos jóvenes. A vosotros jóvenes os digo: No tengáis miedo de ir a contracorriente, cuando nos quieren robar la esperanza cuando nos proponen estos valores que están pervertidos, valores como el alimento en mal estado, y cuando el alimento está en mal estado, nos hace mal. Estos valores nos hacen mal. ¡Debemos ir a contracorriente!
PALABRA :
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo.«¡No! Se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se Ilamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre».Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea.Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va ser de este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.
ORACIÓN:
Isaías 49,1-6; Salmo 138,1-15; Hechos 13,22-26 • LUCAS 1,57-66.8
SEÑOR, la fiesta de tu primo Juan el Bautista, el que saltó de gozo por tu presencia fue santificado en el seno de su madre cuando la tuya la saludó, me habla de integridad, de lealtad, de misericordia, de humildad: Conviene que él crezca y yo disminuya, decía refiriéndose a ti. Yo me pongo de su parte. ¡Quién pudiera compartir su amor a ti y su fidelidad desde antes de nacer hasta su martirio por la Verdad! (Sigue tu oración personal).