Tiempo Ordinario/12° Salterio 4ªSemana. Tomo III
Lunes 25 Junio
Santos Máximo de Turín ob, Próspero de Aquitania es mj, Domingo Henares ob mr, Orosia vg mr
Papa Francisco: [En Israel no he encontrado en nadie tanta fe]. Que cada uno piense en su corazón: ¿En quién ponemos nuestra fe? ¿En nosotros mismos, en las cosas, o en Jesús? Tenemos la tentación de ponernos en el centro, de creernos que somos el eje del universo. Y el tener, el dinero, el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez. Y terminamos empachados pero no alimentados. La fe en nuestra villa hace una revolución que podríamos llamar copernicana, nos quita del centro y pone en el centro a Dios. Cuando está Dios en nuestro corazón habita la paz, la dulzura, la ternura, el entusiasmo, la serenidad y la alegría, que son frutos del Espíritu Santo. ¿Estás dispuesto a entrar en esta onda de la revolución de la fe?
PALABRA:
Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre
mucho».Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo». Pero el centurión le replicó:
Señor, no soy quién para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve" y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado:"Haz esto", y lo hace». Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los ciudadanos del reino los echarán fuera, a las tinieblas.Allí será el llanto y el rechinar de dientes».Y al centurión le dijo: «Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído».Y en aquel momento se puso bueno el criado. Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la tomó de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles. Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, «expulso a los espíritus y curó a todos los enfermos».Así se cumplió lo que dijo el Profeta Isaías: «Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades».
ORACIÓN:
Lamentaciones 2,2.10-14.18-19; Salmo 73,1-7.20-21 • MATEO 8,5-17
SEÑOR, yo creo en ti, creo y experimento tu Misericordia, creo en tu poder para sanar mi alma. Pero esta fe, la mejor herencia de mis padres, quiero que sea cada día más nueva y más mía: que nunca me acostumbre a ser cristiano como lo más normal, y tengan que venir los alejados para hacerme caer en la cuenta de lo maravilloso que es tener fe, estar en tu iglesia, contarme entre los hijos de Dios y hermanos tuyos. Ser todo esto, y ayudar con la vida y la Palabra a
que te conozcan quienes no han oído hablar de ti. (Sigue tu oración personal).