jueves, 28 de junio de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES DÍA 27/06/2018





Tiempo Ordinario/13° Salterio 1° Semana. Tomo III
Miércoles 27 Junio







Santos CIRILO DE ALEJANDRÍA ob dc, Zoilo mr,
Gudena mr. Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro


Papa Francisco: Esta es la belleza del martirio: comienza con el testimonio, día tras día, y puede acabar con la sangre, como Jesús, el primer mártir, el primer testigo, el testigo fiel. Pero para ser verdadero, el testimonio debe ser sin condiciones. El Evangelio propuesto por la liturgia del Día (Mateo 8,18-22) es claro. Hemos escuchado lo que dice el Señor al discípulo, que para seguirle pide una condición: «Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre». El Señor lo detiene: «¡No!». El testimonio es sin condiciones, debe ser firme, debe ser decidido, debe tener el lenguaje, tan fuerte, de Jesús: ¡sí sí, no no! Es exactamente este el lenguaje del testimonio. En nuestros días hay más testimonios, más mártires en la Iglesia que en los primeros siglos.




PALABRA:
Viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla. Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré
a donde vayas». Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera 
y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza». Otro, que era discípulo, le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Jesús le replicó: «Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos». 

ORACIÓN:
Amós 2,6-10.13-16; 49,16-23 • MATEO 8,18-23
SEÑOR, como aquel escriba, y con toda sinceridad, te digo hoy: Te seguiré a donde vayas Pero para que ese seguimiento sea efectivo y fiel a tu estilo de vida, tengo que renunciar a mi burguesía, porque tú no tienes dónde reclinar la cabeza fuera de la Cruz, y yo estoy rodeado de comodidades. Aun así, estoy plenamente convencido de que lo mejor para mí es estar contigo, seguirte. Y confío que rompas las amarras que me impiden seguirte con libertad de espíritu. ¡Apelo a tu Misericordia! (Sigue tu oración personal).
















martes, 26 de junio de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES DÍA 26/06/2018







Tiempo Ordinario/ 13°   Salterio 1° Semana. Tomo III
Martes 26 Junio









Santos PELAYO mr,Josemaría Escrivá pb,

Juan y Pablo mrs, José María Robles pb mr

COLECTA DEL ÓBOLO DE SAN PEDRO
Papa Francisco: El evangelio de este domingo (Lc 9,51-62) muestra un paso muy importante en la vida de Cristo: el momento en el que «Jesús tomó la firme decisión de caminar a Jerusalén (9,51). Jerusalén es la meta final, donde Jesús, en su última Pascua, debe morir y resucitar, y a llevar a cumplimiento su misión de salvación. Desde ese momento, después de esa «firme decisión», Jesús se dirige a la meta, y también a las personas que encuentra y que le piden seguirle les dice claramente cuáles son las condiciones: no tener una morada estable; saberse desprender de los afectos humanos; No ceder a la nostalgia del pasado. Pero Jesús dice también a sus discípulos, encargados de precederle en camino hacia Jerusalén para anunciar su paso, que no se impongan nada: si no hallan disponibilidad para acogerle, que se prosiga, que se vaya adelante. Jesús no impone nunca, Jesús es humilde, Jesús invita: quieres, ven. La humildad de Jesús es así. Él invita siempre, no impone.




PALABRA: 
1Reyes 19,16b.19-21: El Señor dijo a Elías: «Unge como profeta sucesor a Eliseo, hijo de Safat, natural de Abel-Mejolá». Elías marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando, con doce yuntas en fila y él llevaba la última. Elias pasó a su lado y le echó encima su manto. Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elias y le pidió: «Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo». Elías contestó: «Ve, vuelve, ¿quién te lo impide?». Eliseo dio la vuelta, tomó la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente. Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.



Salmo 15,1- .5-11: Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.






Gálatas 5,1.13-18: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud. Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la ley se concentra en esta frase: «Amarás al prójimo como a ti mismo». Pero, atención: que si os mordéis y os devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente.Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que  no hacéis lo que quisierais. En cambio si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la ley.


LUCAS 9,51-62: Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén.Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?». Él se volvió y les regañó.
Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguire a donde vayas». Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». A otro le dijo: «Sígueme». Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi  Padre». Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios». Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia».Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios».

ORACIÓN:
SEÑOR, con qué radicalidad -siempre Rico en Misericordia- exiges que te sigan, y que te siga. Y ante tu invitación --iSígueme!-, no tengo otras palabras que: Te seguiré adonde vayas, en la pobreza y el desprendimiento de lo que impida seguir tu invitación y tus pasos. No hay maestro más certero que tú. Ni mejores consejos que los tuyos. (Sigue tu oración personal)















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