Tiempo Ordinario/13° salterio 1ªSemana. Tomo III
Sábado 30 Junio
Santos PROTOMÁRTIRES DE ROMA,
Marcial ob, Ladislao re, Adolfo ob
Papa Francisco: Podemos imitar la actitud de Jesús hacia los enfermos, enfermos de todo tipo: el Señor se preocupa por todos, comparte su sufrimiento y abre el corazón a la esperanza. Pienso también en todos los agentes sanitarios: ¡qué valioso trabajo realizan! Ellos encuentran cada día en los enfermos no sólo los cuerpos marcados por la fragilidad, sino personas, a quienes ofrecen atención y respuestas adecuadas. La dignidad de la persona no se reduce jamás a sus facultades o capacidades, y no
disminuye cuando la persona misma es débil, inválida y necesita ayuda. Pienso también en las familias, donde es normal preocuparse por cuidar a quien está enfermo; pero a veces las situaciones pueden ser más pesadas...¡No tengáis miedo a la fragilidad! Ayudaos unos a otros con amor, y sentiréis la presencia consoladora de Dios. La actitud generosa y cristiana hacia los enfermos es sal de la tierra y luz del mundo.
PALABRA:
Subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla.Viendo la fe que
tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados. Algunos de los escribas se dijeron: «Este blasfema». Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: «¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Pues, para que Veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados - dijo dirigiéndose al paralítico-: "Ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa"». Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.
Amós 7,10-17; Salmo 18,8-11 • MATEO 9,1-8
SEÑOR, aquí tienes a un incrédulo y paralítico. Incrédulo, porque exijo signos para creer que tú eres mi Dios, el que me salva de mis pecados y sus consecuencias. Paralítico, porque paradójicamente los calores del verano- que en el hemisferio norte llegan ahora con todas sus fuerzas-amenazan con congelar la vida del espíritu. Pero tengo tus palabras de perdón y de misión: Tus pecados están perdonados. Ponte en pie, toma tu camilla y vete. ¡Viva la misericordia de mi Señor! (Sigue tu oración personal)