viernes, 6 de julio de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES DÍA 05/07/2018







Tiempo Ordinario/14° Salterio 2° Semana. Tomo III
Jueves 05 Julio







Santos ANTONIO M.a ZACCARIA pb, Marta mf

JULIO


Papa Francisco: Como ovejas que no tienen pastor. . . La gente que ha seguido siempre [a Jesús era] para escuchar su palabra, —¡una palabra que daba esperanza! Las palabras de Jesús dan
siempre esperanza— y también para tocar incluso sólo el borde de su manto. Jesús mismo buscaba a estas multitudes cansadas y agobiadas como ovejas sin pastor (cf. Mt 9,35-36) y las buscaba para anunciarles el Reino de Dios y para curar a muchos en el cuerpo y en el espíritu.




PALABRA:
Presentaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó al demonio, y el mudo habló. La gente decía admirada: «Nunca se ha visto en Israel
cosa igual». En cambio, los fariseos decían: «Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».



ORACIÓN:
Oseas 8,4-7.11-13; Salmo 113b,3-10 • MATEO 9,32-38 SEÑOR, al ver a las gentes de nuestro tiempo, también te compadeces de ellas: están extenuadas bajo el peso del pecado, abandonadas de los falsos pastores que huyen  al menor peligro sin importarles que las ovejas se queden sin pastor. Tú eres el Pastor con el corazón más grande, la Misericordia más amplia y el poder sin límites, para compadecerte de nuestro mundo y de mí, y aportar los remedios a todo mal. Tú eres la respuesta a tantas vidas sin rumbo y a tanto sufrimiento. ¡Envía a tu Iglesia testigos tuyos, seglares, religiosos y sacerdotes santos! Y, si tú quieres, cuenta conmigo, aunque bien conoces mi fragilidad. ¡Sigue tu oración personal).
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos;

rogad, pues, al Señor de la mies

que mande trabajadores a su mies.















jueves, 5 de julio de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES DÍA 04/07/2018






Tiempo Ordinario/ 14° Salterio r Semana. TomoIII
Miércoles 04 Julio









Santos ISABEL DE PORTUGAL re, Valentín de
Berriochoa ob mr, Berta ab. Beato Pedro Jorge Frassati la


Papa Francisco: Una persona importante, ante la enfermedad de la hija no tuvo vergüenza de tirarse a los pies de Jesús e implorarle: Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre, ella, para que se cure y viva. Al ser padre no piensa: arriesga, se lanza y pide. Había personas que gritaban fuerte porque era su trabajo: trabajaban así, llorando en las casas de los difuntos. Pero su llanto no era el llanto de un padre. Esto hace pensar en la primera cosa que decimos a Dios en el Credo: "Creo en Dios Padre". Hace pensar en la paternidad de Dios. Dios es así con nosotros. Alguien podría observar: Pero Padre, Dios no llora. ¡Cómo no! Recordemos a Jesús cuando lloraba contemplando Jerusalén: Jerusalén, Jerusalén, cuántas veces intenté reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas. Dios llora; Jesús lloró por nosotros. Y en ese llanto está la representación del llanto del Padre, que nos quiere a todos consigo en los momentos difíciles.




PALABRA:
Mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante
él y le dijo: «Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá». Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría. Jesús se volvió y, al verla, le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado».Y en aquel momento quedó curada la mujer. Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: «¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida». Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, tomó a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por toda aquella comarca.


ORACIÓN:
Oseas 2,16.17b-18.21-22; Salmo 144,2-9 • MATEO 9,18-26
SEÑOR, hoy escucho tu palabra de estímulo y esperanza: ¡Ánimo, hija, hijo! Tu fe te ha curado. Los que no conocen tu poder -y la fuerza de tu Misericordia-, se ríen de ti. Pero tú sabes bien lo que dices y lo que haces: tú eres la vida cuando se confía en ti, tú eres la salvación cuando se tiene fe en ti. Tu amor, tu poder y tu palabra me animan a seguir siempre a tu lado. (Sigue tu oración personal).


¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado.












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