martes, 20 de noviembre de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES DÍA 19/11/2018






Tiempo Ordinario/33°Salterio 1ª Semana. Tomo IV
Lunes 19 Noviembre








Santos Abdías prof, Matilde vg, Rafael J. Kalinowski pb,

Máximo mr, Inés de Asís vg


Papa Francisco: Los saduceos, que niegan la resurrección, le hacen una pregunta a Jesús para ridiculizar la fe en la resurrección: «Una mujer tuvo siete maridos, que murieron uno tras otro. ¿De cuál de ellos será mujer después de su muerte?». Jesús, siempre apacible y paciente, responde que la vida después de la muerte no tiene los mismos parámetros de la vida terrena. En la vida eterna ya no existirá el matrimonio: serán como ángeles. «No es Dios de muertos, sino de vivos». En Jesús Dios nos da la vida eterna, la da a todos, y gracias a Él todos tienen la esperanza de una vida más auténtica que esta.





PALABRA
Se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: "Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano". Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos.Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella». Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección.Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos». Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro». Y no se atrevían a hacerle más preguntas.


ORACIÓN:
Apocalipsis 11,4-12; Salmo 143,1-2.9-10 •LUCAS 20,27-40
SEÑOR, tú has dejado este mundo en manos de los hombres, colaboradores del Dios Creador. Pero también hay quien intenta tener en sus manos el gobierno y la organización de la gloria eterna. ¿No basta con el mal que hacemos en el mundo? Por tu misericordia, haz que en esta vida siga tus huellas terrenas, y cuando como hijo de Dios participe de tu resurrección, vea con mis ojos que tú eres un Dios de vivos y experimente que la Vida sólo está en ti. (Sigue tu oración personal).




                                   















lunes, 19 de noviembre de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO DÍA 18/11/2018






Tiempo Ordinario/33° Salterio 1° Semana. Tomo IV
Domingo 18 Noviembre










DEDICACIÓN DE LAS BASÍLICAS DE
SAN PEDRO Y SAN PABLO, San Román mr.
Ntra. Sra. de la Divina Providencia




Papa Francisco: Jesús purifica el templo. Pero lo hace con el látigo en la mano. Se pone a expulsar las actitudes paganas, en este caso de los mercaderes que vendían y habían transformado el templo en pequeños negocios para vender, para cambiar las monedas, las divisas. Jesús purifica el templo reprendiendo: Está escrito: mi casa será casa de oración y no de otra cosa. El templo es un lugar sagrado. Y nosotros debemos entrar allí, en la sacralidad que nos lleva a la adoración. No hay otra cosa. San Pablo nos dice que somos templos del Espíritu Santo. Podemos hablar de una especie de adoración, que es el corazón que busca al Espíritu del Señor dentro de sí. Y sabe que Dios está dentro de sí, que el Espíritu Santo está dentro de sí y escucha y le sigue. También nosotros debemos purificarnos continuamente porque somos pecadores: purificarnos con la oración, con la penitencia, con el sacramento de la reconciliación, con la Eucaristía.





PALABRA
Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está:"Mi casa es casa de oración"; Pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos"». Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.


ORACIÓN: 
Apocalipsis 10,8-11; Salmo 118,14.24.72.103.111.131 • LUCAS 19,45-48
( Dedicación de las Basílicas: Hechos 28,11-16.30-31; Salmo 97,2-6 • MATEO 14,22-33)
SEÑOR, mientras unos te miran con rabia y quieren quitarte de en medio, la gente sencilla estaba pendiente de tus labios. ¿Con quién estoy? Tú sabes que, como María de Betania, me quedaría muy a gusto a tus pies, escuchando tu palabra de vida, lo único necesario. Pero tengo que hacer también las faenas de Marta. Haz que, en medio de los trabajos de esta vida, nunca olvide que tu presencia en mí hace que yo sea casa de oración. Y que jamás la profane, ni, menos, intente echarte de ella: cuento con tu Misericordia para perseverar en la gracia y ser yo misericordioso. ¡Antes morir que pecar! (Sigue tu oración personal).

El pueblo entero

estaba pendiente de sus labios.



















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