lunes, 24 de diciembre de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO DÍA 23/12/2018






FERIA MAYOR
Domingo 23 Diciembre






Santos JUAN DE KETY pb, Ivón ola Juan Stone pb mr,
M.° Margarita mf rl. Beatos Nicolás Factor pb,
Antonio Galváo de Franca pb


 Papa Francisco: ¡Ven, Señor! Es una invitación a comprender qué sucede a nuestro alrededor: Si viene el Señor o si no viene; si hay sitio para el Señor o hay sitio para las fiestas, para hacer compras, hacer ruido. Una reflexión que lleva a otra pregunta dirigida a nosotros mismos: ¿Nuestra alma está abierta, como estaba abierta la Virgen? ¿O nuestra alma está cerrada y hemos colgado en la puerta un cartel, muy educado, que dice: Se ruega no molestar? Con la Virgen y con la madre Iglesia nos hará bien repetir hoy en oración estas invocaciones: oh sabiduría, oh llave de David, oh rey de las naciones, ven, ven. Una oración que se convierte en examen de conciencia, para verificar cómo es nuestra alma y hacer que sea un alma abierta, un alma grande para recibir al Señor en estos días. Un alma que comienza a sentir lo que mañana en la antífona nos dirá la Iglesia: Hoy sabréis que vendrá el Señor, y mañana veréis su gloria.





PALABRA: 
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se
enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea.Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.


Malaquías 3,1-4. 23-24; Salmo 24,4-5. 8-10.14 • LUCAS I,57
OH EMMANUEL, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, a quien Juan el Bautista anunció como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: ¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro! Emmanuel, Dios-con nosotros, salvador de los pueblos, te espero con el corazón abierto y con mi pobreza espiritual que tú vienes a enriquecer con tus dones divinos. (Sigue tu oración personal).
























sábado, 22 de diciembre de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO DÍA 22/12/2018






FERIA MAYOR
Sábado 22 Diciembre

Santos Francisca J. Cabrini vg, Isquirión mr



Papa Francisco: El tiempo de Adviento nos devuelve el horizonte de la esperanza, una esperanza que no decepciona porque está fundada en la Palabra de Dios. El modelo de esta actitud espiritual, de este modo de ser y de caminar en la vida, es la Virgen María. Una sencilla muchacha de pueblo, que lleva en el corazón toda la esperanza de Dios. En su seno, la esperanza de Dios se hizo carne, se hizo hombre, se hizo historia: Jesucristo. Su Magníficat es el cántico del Pueblo de Dios en camino, y de todos los hombres y mujeres que esperan en Dios, en el poder de su misericordia. Dejémonos guiar por ella, que es madre, es mamá, y sabe cómo guiarnos. Dejémonos guiar por ella en este tiempo de espera y de vigilancia activa.





PALABRA: 
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de
su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia —como lo había prometido a nuestros padres— en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

 ORACIÓN: 
1Samuel 1,24-28; Salmo: 1Samuel 2,1.4-8 • LUCAS 1,46-56
OH REY, de las naciones y Deseado de todos los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, cantado por tu Madre en su "Magnificat: ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra! Estamos formados del barro de la tierra, pero lo que define al hombre, hecho a imagen y semejanza del Creador, es el soplo de tu Espíritu. Que nunca me falte, para que sea verdadero reflejo de Dios en este mundo. 
(Sigue tu oración personal).

Su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles


de generación en generación






















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