Oficio de la f.
He 13,46-49/Sal
116/ Lc10,1-9
Jueves 14 Febrero
Stos. Cirilo y
Metodio, f.
Juan Bautista de
la Concepción;
Valentín
Lucas 10,1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y, si allí hay gente de paz, descansará sobr, e ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la mism: a casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece si a salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y o reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos qu, e haya, y decid: "Está cerca de vosotros el Reino de Dios"».
¡Poneos en camino!
Jesucristo envía a sus discípulos, en un primer anuncio del reino, con varias recomendaciones: primera, han de ir ligeros de equipaje; segunda; deben estar atentos a las adversidades y a los enemigos; tercera, dispuestos a caminar, a no detenerse. ¡Poneos en camino! O lo que es lo mismo: salid de vuestras casas, de vuestras tiendas de campaña, abandonad vuestros afanes y descubrid nuevos paisajes y nuevas gentes. Caminar supone esfuerzo, ciertamente, pero también supone algo o mucho de aventura. Caminar conlleva unas metas y unos objetivos. Jesús nos invita a ponernos en camino, a no quedarnos paralizados o con los brazos cruzados. Evangelizar no es cuestión de sentarse en un despacho, sino de caminar, sorteando terribles dificultades.
Señor, sabemos que no hay caminos maravillosos sino caminantes maravillados. Sabemos que caminar supone esfuerzo y superación de obstáculos. Pero Tú quieres que descubramos paisajes y corazones, para sembrar tu Palabra de vida eterna.