sábado, 16 de febrero de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES DÍA 14/02/2019







Oficio de la f.
He 13,46-49/Sal
116/ Lc10,1-9
Jueves 14 Febrero




Stos. Cirilo y
Metodio, f.
Juan Bautista de
la Concepción;

Valentín


PALABRA:
Lucas 10,1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y, si allí hay gente de paz, descansará sobr, e ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la mism: a casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece si a salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y o reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos qu, e haya, y decid: "Está cerca de vosotros el Reino de Dios"».



¡Poneos en camino!
Jesucristo envía a sus discípulos, en un primer anuncio del reino, con varias recomendaciones: primera, han de ir ligeros de equipaje; segunda; deben estar atentos a las adversidades y a los enemigos; tercera, dispuestos a caminar, a no detenerse. ¡Poneos en camino! O lo que es lo mismo: salid de vuestras casas, de vuestras tiendas de campaña, abandonad vuestros afanes y descubrid nuevos paisajes y nuevas gentes. Caminar supone esfuerzo, ciertamente, pero también supone algo o mucho de aventura. Caminar conlleva unas metas y unos objetivos. Jesús nos invita a ponernos en camino, a no quedarnos paralizados o con los brazos cruzados. Evangelizar no es cuestión de sentarse en un despacho, sino de caminar, sorteando terribles dificultades.

Señor, sabemos que no hay caminos maravillosos sino caminantes maravillados. Sabemos que caminar supone esfuerzo y superación de obstáculos. Pero Tú quieres que descubramos paisajes y corazones, para sembrar tu Palabra de vida eterna.


           
















CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES DÍA 13/02/2019






V del T.O.
Iª del salterio
Gén 3,1-8 /Sal 31 / 
Mc 7,31-37
Miércoles 13 Febrero






Catalina de Ricci; 
Jordán de Sajonia; 
Engracia

PALABRA:
Marcos 7,31-37
En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá» (esto es, «ábrete»). Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos».



La incomunicación humana
Vivimos la era de la comunicación pero, en buena parte, seguimos incomunicados: con nosotros mismos, con Dios, con los demás. Nos cuesta un gran trabajo establecer la sintonía. «Ábrete», dice el Señor al sordomudo y establece una comunicación nueva, para que este hombre pueda relacionarse. Justamente, después de este prodigio, la gente comenta de Jesús: «Todo lo ha hecho bien». Subraya así el evangelista la importancia que tiene el don de la comunicación. Comunicarse es abrirse al universo y sus maravillas; conectar con Dios, con su Palabra y con sus dones; entablar relación fraterna y enriquecedora con nuestro prójimo. Si no podemos comunicarnos, nos encontraremos solos, perdidos en el laberinto de mil mundos que nos oprimen, sumiéndonos en la oscuridad.

Señor, abre mis oídos para que pueda oír tu voz y escuchar tu Palabra, para que pueda relacionarme con los demás y escuchar también sus palabras. Y a la par que mis oídos, abre mi corazón al universo para que pueda comprender su lenguaje de dones y misterios.
















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