lunes, 19 de octubre de 2015

PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL LUNES 19/10/2015


lunes 19
S. Pedro de
Alcántara / Juan 
de Brébeuf e Isaac 
Jogues / Pablo 
de la Cruz, m.l.
Laura; Rosina; Lucio




XXIX del TO.
Iª del salterio 
Rom 4,20-25 / Sal 
Lc 1,69-75 / Lc
12,13-21



                                Lucas 12,13-21

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia». Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?». Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande Obrado, su vida no depende de sus bienes». Y les` prdpuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo dónde almacenar la cosecha". Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; tÚrribate, come, bebe y date buena vida". Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?". Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios».


Cuando el dinero es una trampa
Jesucristo nos habla de la trampa del dinero para que estemos alertas y no caigamos en ella. ¿Cuál es esa trampa? Que se nos presenta como la panacea de la felicidad, cuando, sus primeros frutos son tan amargos como la división, el enfrentamiento y la ruptura con los demás, especialmente, cuando están de por medio familias enteras. El dinero acumulado nos tiende también la trampa de una falsa seguridad, como bien subraya el Señor con la parábola del hombre rico que tuvo una gran cosecha. ¿De qué le sirvió? Aquella misma noche le pedirían cuentas. El dinero exige reparto justo, no acumulación en manos de unos pocos.Y exige, sobre todo, el servicio a todas las clases sociales para solucionar problemas y desarrollar la mejor convivencia. La dimensión social del dinero es clave para que no se nos convierta en una trampa.

De la trampa del dinero, líbranos, Señor. Ha de ser para nosotros un don, a nuestro servicio y al servicio del prójimo. Sus ataduras nos convertirán en esclavos.








domingo, 18 de octubre de 2015

PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL DOMINGO 18/10/2015



domingo 18
Lucas evangelista;
Julián; Justo; 
Teobaldo






1° del salterio
is 53,10-11 / Sal 32 
/ Heb 4,14-16 / Mc 
10,35-45

      
                                               Isaías 53, 10-11         
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.


Salmo 32
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.


Hebreos 4,14-16
Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente

Marcos 10,35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir». Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?». Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?». Contestaron: «Lo somos». Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos».


Lo nuestro es servir y dar la vida
Esta página del evangelio nos invita a la rectitud de intención en nuestra vida cristiana. ¿Qué es lo que buscamos en el cristianismo? ¿Qué buscaban los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan? ¿Buscaban la cercanía y el poder de los primeros puestos? Esta es la pregunta, que exige una respuesta clara y diáfana. El problema no está en la existencia del poder, sino en el ejercicio de ese poder. También a nosotros nos atrae el ser grandes y no servidores, el ser los primeros y no los esclavos de todos. La lección de Cristo es tajante: «ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos». No se trata do imponer, de dominar, de controlar, sino de servir y dar la vida. 


Señor, te pedimos hoy por nuestros misioneros y misioneras, por las misiones, por este Domund, que brota como jornada urgente para que propaguemos tu reino hasta los confines del mundo.






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