Tiempo Ordinario/8° Salterio 4ºSemana. Tomo III
VIERNES 25 MAYO
Santos BEDA pb dc, GREGORIO VII pp, PI" MAGDALENA DE PAZZI vg, Magdalena Sofía vg,
Vicenta M.a López Vicuña vg
Papa Francisco: «Y Jesús iba delante de ellos...» (Mc 10,32). También en este momento Jesús camina delante de nosotros. Él siempre está por delante de nosotros. Él nos precede y nos abre
el camino ...Y esta es nuestra confianza y nuestra alegría: ser discípulos suyos, estar con Él, caminar tras Él, seguirlo...Hoy vuelve esta palabra, pero como un acto, como una acción de Jesús que continúa: Jesús camina mucho e instruye a los suyos a lo largo del camino. Esto es importante. Jesús no ha venido a enseñar una filosofía, una teología..., sino una «vía», una senda para recorrerla con él, y la senda se aprende haciéndola, caminando. Sí, queridos hermanos, esta es nuestra alegría: caminar con Jesús.
PALABRA:
Jesús dijo a los doce: «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días resucitará». Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con eI bautismo con que yo me voy a bautizar?». Contestaron: «Lo somos». Jesús les dijo «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos».
ORACIÓN:
1 Pedro 1 1,18-25; Salmo 147,12-15.19-20 • MARCOS 10,33-35.37-45
- SEÑOR, qué poco oportunos fueron Santiago y Juan, Proponiéndote que les reservaras un puesto de honor, cuando acababas de anunciarles que tu trono iba a ser la cruz. ! La vanidad y la ambición van de la mano, y en cualquier momento atraen nuestro interés y nuestro corazón. Tú me pones misericordiosamente en la cruda realidad de acompañarte en tu subida a Jerusalén para beber contigo el cáliz del sufrimiento, tan poco atractivo tanto para ti (Getsemaní) como para mí: Padre, no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y, tras el aparente fracaso, el triunfo real, la resurrección, en la que creo con toda mi alma y toda mi fe. (Sigue tu oración personal).