Tiempo Ordinario/21° Salterio 1° Semana. Tomo IV
Sábado 25 Agosto
Santos LUIS IX DE FRANCIA re, JOSÉ DE
CALASANZ pb, Ginés mr. Beato Luis Urbano pb mr
Papa Francisco: El discernimiento sirve para conocer los signos auténticos, para conocer el camino que debemos seguir en este momento. La oración es necesaria para vivir bien este momento.
La única virtud posible para contemplar el tiempo la debe regalar el Señor: es la esperanza. El cristiano se mueve por este camino del momento, con la oración y el discernimiento. Pero deja el tiempo a la esperanza. El cristiano sabe esperar al Señor en cada momento; pero espera en el Señor al final de los tiempos. Hombre y mujer de momentos y de tiempo, de oración y discernimiento y de esperanza. Que el Señor nos dé la gracia de caminar con sabiduría. También esta es un don: la sabiduría que en el momento nos conduce a orar y a discernir; y en el tiempo, que es mensajero de Dios, nos hace vivir con esperanza.
PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de la casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas.Allí será el llanto y el rechinar de dientes».
ORACIÓN:
1Corintios 1,1-9; Salmo 144,2-7 • MATEO 24,42-51
SEÑOR, qué maravillosa es tu pedagogía, al establecer el estar alerta continuamente, en tensión entre el camino y la meta, entre el tiempo y la eternidad. Como sea mi vida, será su final. No me importa cómo será el resto de mi vida terrena y su final. Lo único que te pido es que viva y muera contigo. Tu Misericordia hará lo demás. (Sigue tu oración personal).