Tiempo Ordinario/23° Salterio 3° Semana. Tomo IV
Sábado 10 Septiembre
Santos Nicolás de Tolentino pb, Pedro de Mezonzo ob.
Beatos Alfonso Navarrete y co mrs, Francisco Gárate rl.
PALABRA:
Decía Jesús a sus discípulos: «No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien; y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca. ¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo? El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó y quedó hecha una gran ruina».

1Corintios 10,14-22; Salmo 115,12-13.17-18 • LUCAS 6,43-49
SEÑOR, quiero que mi vida responda a mi oración, mis hechos a mis palabras, mis frutos a la buena semilla que tú sembraste en mi corazón. Lo quiero yo, y tú, rico en Misericordia, lo quieres y puedes concedérmelo. Sin tu Espíritu, no puedo ser cristiano,
y es lo que más deseo: ¡Mándame tu Espíritu de la Verdad, que me enseñe a orar y a vivir de acuerdo con lo que digo en la oración! (Sigue tu oración personal).
No hay comentarios:
Publicar un comentario