Cultivarse es crecer, la ira no hace nada por nadie, la paciencia es la madre del buen carácter, quienes la cultivan disfrutaran de larga vida
sábado, 12 de noviembre de 2016
CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 11/11/2016
Tiempo Ordinario/32° Salterio 4° Semana. Tomo IV
Viernes 11 Noviembre
Santos MARTÍN DE TOURS ob, Teodoro Estudita ab,
Marina de Omura vg mr
Papa Francisco: En el pasaje evangélico de hoy nos encontramos ante un espíritu, contrario al de la sabiduría de Dios: el espíritu de curiosidad. Es cuando queremos adueñarnos de los proyectos de Dios, del futuro, de las cosas, conocer todo, tener todo entre las manos. ¿Cuándo vendrá el reino de Dios? ¡Curiosos! Querían saber la fecha, el día... Este espíritu de curiosidad nos impulsa a mirar sólo los detalles, las noticias, las pequeñas noticias de cada día: ¿cómo se hará esto? Es el cómo, es el espíritu del cómo. No es un buen espíritu: es el espíritu de dispersión, de alejarse de Dios, el espíritu de hablar demasiado. Jesús nos dice una cosa interesante: este espíritu de curiosidad, que es mundano, nos lleva a la confusión. El Reino de Dios no viene en la confusión. Como Dios no habló al profeta Elías en el viento, en la tormenta, en el tifón. Habló en la brisa suave, la brisa que era sabiduría. No buscar cosas extrañas, no buscar novedad con esta curiosidad mundana. Dejemos que el Espíritu nos lleve adelante con la sabiduría que es una brisa suave.
PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así
será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se
casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el
diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva.Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto:
aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro la dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán. Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?». Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo».
ORACIÓN:
2Juan 4-9; Salmo 118,1-2.10-11.17-18 • LUCAS 17,26-37
SEÑOR, tus palabras me presentan la panorámica de la existencia, que puedo emplear en comer, beber y divertirme como si todo terminara aquí; o vivir conforme a la fe que hoy me iluminas. No, no quiero guardar mi vida, que estaría siempre en peligro. La dejo
en tus manos, para que hagas de mí lo que quieras, que siempre será lo mejor. Sé de quién me fío: Puedo contar con tu Misericordia, que me invita a ser misericordioso. (Sigue tu oración personal).
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