sábado, 16 de marzo de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES DÍA 21/02/2019






4° del salterio 
1s 58,96-14 / Sal 85

Lc 5,27-32
Jueves 21 Febrero 






Secundino; Lucio; 
Bto. Noél Pinot


PALABRA:

Lucas 5,27-32
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?». Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».


Convivir con la gente
Jesús nos ofrece hoy una hermosa fórmula para cambiar la mentalidad de la gente: «convivir con ella». ¿Cómo es posible que meta en su grupo a un recaudador de impuestos, con el odio que les tenía la gente? Los recaudadores eran los primeros colaboracionistas con el poder opresor del imperio. Pero Jesús, con esta elección, busca algo mucho más importante: «cambiar la mentalidad de aquellos hombres, conviviendo él con ellos». Jesús se juega aquí su imagen pública y su prestigio. No importa. Para él, lo decisivo era la cercanía humana a quienes, desde el punto de vista de la religión, se veían como los más indeseables. Se establece así una especie de lucha interna con los fariseos, «los que se tenían por más dignos» y no soportaban el proceder de Jesús, que se ganaba a la gente.


Señor, enséñanos a acercarnos a los demás, en todo momento, abriendo nuestro corazón de par en par a su presencia, a sus problemas, a sus situaciones, aunque sean difíciles y distantes, muy distantes de las nuestras.



             













CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES DÍA 19/02/2019




4° del salterio
Dt 30,15-20 / Sal 1 /
Lc 9,22-25
Martes 19 Febrero





Conrado
Confalonieri; Lucía Yi
Zhenmei; Bto. Álvaro
de Córdoba; Bto.
Jozef Zaplata



PALABRA:
Lucas 9,22-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día». Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?».


Jesús entrega su vida para salvarnos
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho», anuncia Jesús a sus discípulos. La frase tendríamos que traducirla por esta otra: el Hijo del hombre entrega su vida por la salvación de los demás. Así la entendemos mejor. A continuación, Jesús catequiza a sus discípulos con puntos que son claves en la vida cristiana: primero, hemos de negarnos a nosotros mismos, colocando en el centro de nuestra vida el proyecto de Dios sobre cada uno de nosotros; segundo, hemos de cargar con la cruz propia y seguir a Jesús, realizando la misión que se nos ha encomendado; tercero, hemos de saber que la posesión de todo el mundo no sirve de nada, si perdemos el alma, si frustramos nuestra vida. La pasión desembocará en la resurrección, y la cruz nos abrirá a la Luz.



Señor, haz que descubramos el hondo significado de cargar con mi cruz, es decir, de aceptar tu voluntad, tu proyecto de vida que he de realizar con fidelidad, entregándola a tu voluntad y al servicio de mis hermanos. La vida nos ha sido dada y solo se merece dándola.




           













CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES DÍA 18/02/2019






T. II. 4º del salterio 
Jl 2,12-18 / Sal 50/ 
2Cor 5,20-6,2 / Mt 
6,1-6.16-18
Lunes 18 Febrero






Bernardita

Soubirous; Flaviano; 
Bto. Angélico; 
Bto. Jerzy Kaszyra


PALABRA:
Mateo 6,1-6. 6- 8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente qu ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cu ndo ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Tiempo de conversión
Hoy comenzamos nuestro itinerario hacia la Pascua, colocando sobre nuestras cabezas un poco de ceniza: «Convertíos y creed en el evangelio». La Cuaresma no es meta, es camino que nos lleva a la resurrección. Tiempo de silencio interior, de examen de conciencia, para detectar nuestras sombras e iluminarlas con el perdón, con la misericordia, con la confesión, con la conversión a Dios. Tiempo de oración, de trato con el Señor. Tiempo de ayuno, de eliminar aquellos obstáculos que nos impiden ser mejores, de saber elegir lo importante, antes que lo urgente. Tiempo de limosna, de saber compartir cualidades, bienes, tiempo, vida. La auténtica caridad no se limita a «dar» limosna, sino que nos exige «darnos» a nosotros mismos.

             















viernes, 15 de marzo de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO DÍA 17/02/2019





VI del TO.
2° del salterio
Gén 6,5-8; 7,1-5.10
/Sal 28/ Mc
8,14-21
Domingo 17 Febrero









Siete Santos
Fundadores, m.l.
Engracia de Braga;
Bto. Antonio
Lesczewicz

PALABRA:
Marcos 8,14-21
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les recomendó: «Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes». Ellos comentaban: «Lo dice porque no tenemos pan». Dándose cuenta, les dijo Jesús: «¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?». Ellos contestaron: «Doce». «AY cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?». Le respondieron: «Siete». Él les dijo: «AY no acabáis de entender?».


Preciosos mensajes en pequeñas anécdotas
Este pasaje no es muy conocido. Y, sin embargo, tiene hermosas lecciones para nosotros: primera, los discípulos no acaban de enterarse de las enseñanzas de Jesús y se lo echa en cara; segunda, los discípulos no habían captado la dimensión de las dos multiplicaciones de los panes y, probablemente, creyeron que, en cualquier momento, el Maestro volvería a repetir la operación; tercero, Jesús previene a sus discípulos del mundo de las «influencias humanas» y se refiere a la «levadura-influjo» de Herodes y los fariseos. El caso es que de la pequeña anécdota del olvido del pan en el viaje, Jesús va sacando enseñanzas prácticas para instruir a sus discípulos. A nosotros puede ocurrirnos igual: no acabamos de escuchar y asimilar los constantes mensajes que Dios nos envía en las pequeñas anécdotas de la vida.




Señor, haz que estemos atentos a la vida, al discurrir de la historia, a las pequeñas anécdotas de cada jornada. ¡Cuánto nos enseña el libro de la vida! Pero hemos de estar atentos, abrir los ojos para captar lo que quieres decirnos, lo que pretendes enseñarnos!





              















CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 16/02/2019





VI del TO
2° del salterio

Gén 4,1-15.25 /Sal 
49/ Mc8,11-13
Sábado 16 Febrero







Camila de San José 
Rolón; Bto. José 
Allamano



PALABRA:
Marcos 8,11-13
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: «¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación». Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.




No caminar con dobles intenciones
Hay dos actitudes para caminar por la vida: una es la confianza, aprender de todo y de todos, escoger lo mejor de cada paisaje e incorporarlo a nuestra vida; otra, en cambio, es la desconfianza, pedir siempre pruebas fehacientes, sin fiarse de nadie. Como la de aquel grupo de fariseos, observantes ellos, que no se fían de Jesús, y acuden a él no para aprender sino para ponerlo a prueba. Le piden a Jesús «un signo del cielo», una visión extraordinaria, un milagro. Pero Jesús no les da esa oportunidad: ve cómo el fondo de su corazón no es un fondo limpio. Y por eso nos habla de «esta generación», la generación de los que caminan por la vida con dobles intenciones, colocando trampas para descolocar al prójimo. Jesús se embarca de nuevo y se va a la otra orilla. Hay que jugar limpio, hay que relacionarse sin ese doble sentido de las «dobles intenciones». Aquellos fariseos no buscan a Jesús, buscan espectáculo. No abren su corazón para la acogida sino para el rechazo.



«Si no eres dulce y humilde, no has aprendido nada de Jesús. Y es la única cosa que él quiere que aprendas», dice una máxima cristiana. Señor, haz que nuestro corazón se abra a Ti en abanico de confianzas infinitas.











sábado, 16 de febrero de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES DÍA 15/02/2019





2° del salterio 
Lev 13,1-2.44-46 
/Sal 31 / 1Cor 
10,31-11,1 / Mc 
1,40-45
Viernes 15 Febrero





Claudio de la
Colombiére;
Faustino y Joyita; 
Bto. Vicente Vilar 
David

PALABRA:
levítico 13,1-2.44-46
El Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: "¡Impuro, impuro!". Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento».




Salmo 31
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.



1Corintios 10,31-11,1
Hermanos: Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.

Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés». Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Nosotros, los leprosos
De alguna forma, todos somos leprosos, todos tenemos manchas en la piel del alma. Contemplemos primero al leproso: se acerca a Jesús, estando prohibido, lo que nos revela a un hombre audaz; suplica de rodillas y reconoce en Jesús su poder divino, haciendo un profundo acto de fe. Contemplemos a Jesucristo: se conmueve, siente lástima; extiende la mano y lo toca; lo cura: «queda limpio». Contemplémonos a cada uno de nosotros, participando en la escena: como el leproso, acerquémonos siempre a Jesús, con fe ardiente, escuchando sus palabras; como Jesús, conmovámonos ante las miserias humanas; como cristianos, sintámonos curados, perdonados, amados. Jesús no quiere fama, ni que lo tomaran por rey, y por eso prohíbe al leproso que divulgue el prodigio.

Señor, cura nuestras lepras ocultas, nuestras manchas del alma: el egoísmo, la vanidad, el deseo de parecer siempre superiores a los demás, las faltas de respeto y valoración de tanta gente como cruza a nuestro lado. Y haz que nos acerquemos a Ti, con la humildad del leproso, con su ardiente fe.


         













CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES DÍA 14/02/2019







Oficio de la f.
He 13,46-49/Sal
116/ Lc10,1-9
Jueves 14 Febrero




Stos. Cirilo y
Metodio, f.
Juan Bautista de
la Concepción;

Valentín


PALABRA:
Lucas 10,1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y, si allí hay gente de paz, descansará sobr, e ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la mism: a casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece si a salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y o reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos qu, e haya, y decid: "Está cerca de vosotros el Reino de Dios"».



¡Poneos en camino!
Jesucristo envía a sus discípulos, en un primer anuncio del reino, con varias recomendaciones: primera, han de ir ligeros de equipaje; segunda; deben estar atentos a las adversidades y a los enemigos; tercera, dispuestos a caminar, a no detenerse. ¡Poneos en camino! O lo que es lo mismo: salid de vuestras casas, de vuestras tiendas de campaña, abandonad vuestros afanes y descubrid nuevos paisajes y nuevas gentes. Caminar supone esfuerzo, ciertamente, pero también supone algo o mucho de aventura. Caminar conlleva unas metas y unos objetivos. Jesús nos invita a ponernos en camino, a no quedarnos paralizados o con los brazos cruzados. Evangelizar no es cuestión de sentarse en un despacho, sino de caminar, sorteando terribles dificultades.

Señor, sabemos que no hay caminos maravillosos sino caminantes maravillados. Sabemos que caminar supone esfuerzo y superación de obstáculos. Pero Tú quieres que descubramos paisajes y corazones, para sembrar tu Palabra de vida eterna.


           
















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