jueves, 24 de enero de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES DÍA 24/01/2019







II del TO.
2° del salterio
Heb 9,2-3.11-14 /
Sal 46 / 3,20-21
Jueves 24 Enero






S. Francisco de
Sales, m.o.
Na Sra. de la Paz;
Babilas; Tirso; Xenia





PALABRA: En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.





El desprestigio está al día
Jesucristo sufrió también el desprestigio de los suyos. Ocurre con frecuencia. Cuando no estamos de acuerdo con las ideas, las actitudes y las acciones de los demás, recurrimos a la descalificación o al insulto. Está claro que parte de su familia, probablemente los parientes más cercanos, no entienden ni aceptan la «revolución de Jesús». Y como no la entendían, se acercan, se lo quieren llevar y dicen que estaba loco. Esta página del evangelio nos previene y nos enseña a estar preparados para aceptar «descalificaciones e insultos». No pasa nada. La «locura del amor» choca siempre contra los intereses de los que no aman. Entre nosotros, esta actitud se refleja en una frase más popular: «cuando el mensaje hiere, no interesa o nos perturba, matamos al mensajero».

Dios tiene una paciencia infinita contigo. ¿Por qué no la tienes tú con los demás? Contra las críticas adversas, paciencia cristiana. Francisco de Sales nos enseña la virtud de la bondad y el anhelo de difundir doctrina a través de los medios de comunicación, como él hizo con sus hojas volanderas.


















CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES DÍA 23/01/2019





II del T.O.
2° del salterio
Heb 8,6-13 /Sal 84 / Mc 3,13-19
Miércoles 23 Enero









S. Ildefonso, m.o. 
Emerenciana; 
Juan el Limosnero


PALABRA:
En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges —Los Truenos—, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó. 



La lista de Cristo
«Llamó a los que quiso» e hizo también su lista, abierta a sus llamadas y a nuestras respuestas. «A doce los hizo sus compañeros», qué bien suenan estas palabras, pero cuánto comprometen. El compromiso de estar con él, de seguir sus pasos, de compartir sus jornadas; el compromiso de dedicarse a predicar, a anunciar su reino; el compromiso de liberar a la gente que sufre por las fuerzas del mal. «Estar con Jesús» nos obligará siempre —nos invitará siempre— a llevar una vida lo más parecida a la vida que llevó Jesús. Pero acaso lo que más impresiona es esa llamada del Señor a seguirle de cerca, a ser sus apóstoles, en el sacerdocio, en la vida consagrada, en la vida ordinaria: no es cuestión de méritos, ni de cualidades, ni de otros merecimientos. Cristo llama a los que él quiere. Solo nos pide una respuesta a su llamada, una respuesta fiel, leal, entusiasta, comprometida.




A pesar de nuestros defectos, Dios nos llama, se fija en nosotros Tenemos miedo de aparecer con nuestros defectos, que el pueblo de Dios nos ayudará a corregir. Quizá no tenemos bastante fe en la Iglesia, llevada por el Espíritu.




              













CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES DÍA 22/01/2019






II del T.O.
2° del salterio
Heb 7,25-8,6 /Sal
39 / Mc 3,7-12
Martes 22 Enero





S. Vicente, m.o. 
Vicente Pallotti;
Gaudencio; 
Anastasio el Persa; 
Domingo de Sora; 
Bta. Laura Vicuña

PALABRA:
Marcos 3,7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.




Jesús, vencedor del mal
Jesús vence al mal, a Satanás, al pecado, a la muerte, a todo lo que no nos permite vivir más felices, más satisfechos con nosotros mismos. Y por eso, la gente le busca, le sigue, quiere apretujarle para recibir esa fuerza curativa que les libera de sus opresiones. A Jesús le interesaba la gente y se interesaba por la gente. Procuraba que tuvieran salud, atendía sus enfermedades, les ofrecía alimentos y establecía entre todos unas buenas relaciones humanas, superando odios y rencillas. Fuera los miedos y fuera las posesiones, las esclavitudes, tantos males como entorpecen nuestro caminar. Jesús quiere que la gente encuentre su camino, viva feliz, enjugue sus lágrimas, sacie su hambre, recupere la salud. Todo esto es una maravilla. Y por eso, le seguía la muchedumbre en Galilea.



ORACIÓN:
Señor, abre nuestros caminos al encuentro contigo, para que aprendamos así a recibir todos tus beneficios: la salud, el alimento, la buena relación con el prójimo, las pequeñas felicidades de cada jornada.




              













martes, 22 de enero de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES DÍA 21/01/2019





II del T.O.
2a del salterio
Heb 7,1-3.15-17 /
Sal 109 / Mc 3,1-6
Lunes 21 Enero






Sta. Inés, m.o.
Na Sra. de Altagracia; Bto. Juan
Bautista Turpin y comp

PALABRA:
En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: «Levántate y ponte ahí en medio». Y a ellos les preguntó: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?». Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: «Extiende el brazo». Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.





Jesús se juega su propia vida
La escena tiene aire de reto para Jesús: ¿salvar a una persona o dejarla morir? Todos los días son buenos para la salvación. Y por eso, Jesús cura en sábado a aquel hombre. Se desata la tormenta. Jesús se jugó allí su propia vida, desobedeciendo en público a los dirigentes religiosos. Ya estaba condenado a muerte. Pero aquella persona enferma estaba por encima de una ley aplicada mecánicamente, con insensibilidad y hasta con desprecio del ser humano. De nuevo, el corazón del Señor que ha venido a sanar, a salvar, a dar vida, a transmitir alegría para dejar atrás las oscuridades y emprender caminos nuevos. Inmediatamente, el poder religioso y el poder político establecen alianzas para dar muerte a Jesús. No soportan la luz y la grandeza.



Señor, haz que sepamos jugarnos la vida por Ti, en aras de una entrega que comportará dificultades y peligros, pero que desembocará en la plenitud, en la felicidad.

















CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO DÍA 20/01/2019


II del T.O.
2º del salterio 
Heb 6,10-20/Sal 
110/Mc 2,23-28
Domingo 20 Enero





Stos. Fabián
y Sebastián;
Fructuoso;
Eulogio y
Augurio, m.I
Eustoquia Calafato;
Eutimio el Grande

PALABRA:
Marcos 2,23-28
Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: «Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?». Él les respondió: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que solo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros». Y añadió: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».







Jesús defiende a sus discípulos
He aquí una escena sencilla, pero que nos ofrece una gran lección: la religión y sus normas están al servicio del ser humano y no al revés. Jesucristo defiende a sus discípulos; en el pequeño gesto de coger unas espigas para alimentarse, frente a las acusaciones de los observantes fariseos. Los rabinos judíos lo habían prohibido, por su obsesión de hacer extremadamente rigurosa la ley religiosa. ¿Qué buscamos, el espíritu o la letra? ¿Qué buscamos, el fastidio por el fastidio o la mejora del corazón humano? ¿Qué buscamos, la «aversión» o la «conversión»? Impresiona la actitud del Señor: defiende a los débiles, denuncia lo injusto, quiere poner en su sitio la dignidad del ser humano.


Siempre será antirreligioso un comportamiento que aplaste, mortifique, sofoque la vida del hombre, restrinja la libertad, amargue la alegría de vivir, estrangule la espontaneidad.





            







CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO DÍA 19/01/2019






II del TO.
2° del salterio
Heb 5,1-70 /Sal 109 -
/ Mc 2,18-22
Sábado 19 Enero



Santos
Canuto IV; Bto. 
Marcelo Spínola

PALABRA:
Marcos 2,18-22
En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?». Jesús les contestó: «¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos».





Jesús está de parte de la vida
He aquí un texto fácil y difícil, a la vez. Fácil, porque nos presenta a un Dios de vida y de felicidad. Difícil, porque hemos de captar bien las palabras del Señor a propósito del ayuno. Los seguidores de Juan y los fariseos estaban de ayuno, quizás con la vieja idea de que era agradable a Dios, sin descubrir esa otra dimensión de pórtico, de purificación para el encuentro. Cristo habla de sus apóstoles como si estuvieran asistiendo a una boda, acompañando al novio y, por tanto, saboreando ese momento de alegría. La satisfacción de Dios no puede estar en las privaciones o en que sus discípulos lo pasemos mal. Todo lo contrario: Dios está más satisfecho cuando nos sentimos felices, con la sonrisa abierta a la esperanza. Vendrán los «ayunos» y las dificultades después, cuando el esposo no esté con nosotros.

Ayunar es compartir. No es la privación lo que nos hará felices sino el que captemos su dimensión más importante: la entrega a Dios y al prójimo. Compartir es hacer partícipes a los demás de nuestras pequeñas cosas y también de nuestros grandes dones.















sábado, 19 de enero de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES DÍA 18/01/2019



2° del salterio 15am 3,3b-10.19
/ Sa139 /1Cor 
6,13c-15a.17-20 /
In 1,35-42
Viernes 18 Enero







Santos Hungría;
Librada; Prisca;
Jaime Hilario Rarbal


PALABRA:
En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió: «Aquí estoy». Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado». Respondió Elí: «No te he llamado; vuelve a acostarte». Samuel volvió a acostarse. Volvió a llamar el Señor a Samuel. Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado». Respondió Elí: «No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte». Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor. Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado». Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel: «Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: "Habla, Señor, que tu siervo te escucha"». Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y le llamó como antes: «¡Samuel, Samuel!». Él respondió: «Habla, que tu siervo te escucha». Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.




Salmo 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.





1Corintios 6,13c-15a.17-20:
Hermanos: El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él. Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!

Juan 1,35-42:
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?». Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». Él les dijo: «Venid y lo veréis». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)».

Todos somos buscadores de Dios:
¡Qué claridad en las palabras de Juan el Bautista: «Este es el cordero de Dios»! ¡Qué planteamiento más hermoso en la primera pregunta de Jesucristo: «¿Qué buscáis?». ¡Qué medio más eficaz para transmitir el Evangelio: «Venid y lo veréis»! Así comienza la singladura de todo apostolado. Alguien que nos habla de Dios; alguien que busca la felicidad; alguien que nos invita a comprobar, en vivencias directas, cuáles son sus caminos. El único medio eficaz para transmitir el Evangelio es el que puso en práctica Jesús: la «ejemplaridad» de la propia vida. No son las ideas sino los latidos, no es solo la doctrina sino el testimonio, lo que transformará nuestras vidas. Hablamos con frecuencia de la crisis de vocaciones, pero acaso, ¿no sería mejor hablar de la crisis de evangelizadores, de pastores auténticos?

Oración en favor del inmigrante: 
Señor, te pedimos hoy por los emigrantes, por esa caravana inmensa de gente que tiene que abandonar su casa, su familia, su país, en busca de pan, de trabajo, de medios indispensables para vivir. Ayuda, protege, alienta y conforta a nuestros emigrantes.

















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