Cultivarse es crecer, la ira no hace nada por nadie, la paciencia es la madre del buen carácter, quienes la cultivan disfrutaran de larga vida
domingo, 12 de julio de 2015
LA MAGIA A TRAVÉS DE LA MEDICINA YORUBA
La magia
La magia a traves de nuestra medicina o tratados de eweses donde tantos remedios han brindado al mundo en general, visto desde occidente nos definen como "una representación ritual o actividad debida a la influencia de eventos humanos o naturales a través del acceso a una fuerza mística externa más allá de la esfera humana ordinaria". De esta definición, vemos la magia como un asunto práctico. Es un arte humano que involucra la manipulación de ciertos objetos que se cree que tienen el poder para causar que un ser sobrenatural pueda producir o prevenir un resultado particular no considerado asequible por los medios naturales. Se considera como un medio de manipular las fuerzas de la naturaleza, torciendo ellos el destino del hombre de salvaguardar su bienestar y conformar su destino.
El hombre como una criatura que conoce sus limitaciones -él sabe que tiene necesidades de varias cosas que él no puede procurarse por si mismo. Él confronta muchos problemas en el universo y busca la ayuda para poder resolverlos. Está convencido que hay recursos sobrenaturales en el universo para su beneficio y que estos recursos pueden obtenerse por dos medios diferentes:
(a) Recurriendo al Ser transcendental para satisfacer sus necesidades,
(b) Inventando un medio de controlar las fuerzas elementales que están creadas en el universo por el Ser Supremo, y que pueden ser obtenidas por aquéllos que saben "cómo".
Cuando el hombre hace una apelación para conseguir los recursos requeridos, los teólogos dirán que él está practicando la religión; pero cuando él inventa un medio de conseguir los recursos, ellos dirán que está practicando la magia. En la religión, el hombre depende y se somete al Ser transcendental para sus necesidades básicas, pero la magia opera sobre el principio que el poder sobrenatural puede ser controlado por algunas técnicas mecánicas. La religión tiene como su lema: "tu lo harás", mientras la magia tiene como su propio lema: "Nosotros lo haremos." Pero cuando decimos esto, queremos subrayar el hecho que no subscribimos la idea que la mágia ejerce coerción sobre el Ser transcendental para conseguir las cosas. Nadie puede ejercer fuerza sobre el Ser Supremo. Lo que la magia hace es encontrar los recursos que ya fueron cedidos por el Ser transcendental para el uso de la humanidad, recursos que sólo son conocidos por aquéllos que tienen el conocimiento esotérico. Tanto en la religión como en la magia, hay un poder más allá del hombre. La religión es esotérica, esto es, que está abierta a todos; pero el encontrar las fuerzas elementales de la naturaleza es esotérico en el sentido que está limitado sólo a aquéllos que tienen el conocimiento. Las prácticas mágicas son hechas por expertos especiales y ellos constituyen una clase en la comunidad. De hecho, el mago:
"Es un tipo de científico, en lo que él busca descubrir y usar las leyes del universo, no sólo de la naturaleza íntima sino también las fuerzas espirituales. Él cree que hay poderes que son secretos ocultos que pueden encontrarse, pero no necesariamente eso los puede forzar a impulsar ésto, a un propósito diferente, porque hay leyes que puede un conocedor ponerlas en el movimiento, como un electricista que usa las fuerzas de la naturaleza para encender su casa".
Se conectan así estrechamente religión y magia y es difícil decir cuando uno pasa de un reino a otro. En la religión Yorúbá, "En las oficinas del sacerdote y del mago a veces una persona ayuda a la otra y, a veces las ceremonias se realizan con una mezcla de elementos religiosos y elementos mágicos. Como consecuencia de una larga tradición, la religión Yorúbá Tradicional, como la Religión Tradicional africana en general, ha asumido un modelo fijo. Deben hacerse las cosas de una manera y no de cualquier otra manera, si el culto quiere ser aceptado -las canciones deben cantarse en los lugares apropiados, los pasos de baile no deben cambiarse, un tipo de ofrenda y no otra debe darse en una ocasión particular. Muchos de estos ritos y ceremonias se han convertido en un estereotipo mecánico que parecen mágicos en su funcionamiento. En la religión cristiana, ciertas cosas tienen que ser hechas de una manera estereotipada si una meta deseada quiere ser lograda. Por ejemplo, algunos sacerdotes y profetas exigen saber los nombres de los diferentes ángeles de Dios que sostienen los pilares de la tierra de hora a hora; y si ellos se llaman por sus nombres santos y de la manera correcta, responderán rápidamente a nuestras demandas. Algunos Cristianos también exigen que si los Salmos son recitados con los nombres santos y esotéricos apropiados, y son recitados de acuerdo a ciertos patrones, esto hará que el resultado sea particularmente eficaz. Esto es un esfuerzo por parte del hombre para lograr una solución rápida a sus problemas. Este deseo está presente en cada religión; no es peculiar a la religión tradicional africana.
Los Yorúbá creen en la realidad del mundo suprasensible, en la existencia de poderes que causan y controlan los fenómenos de la naturaleza y en la posibilidad de establecer contacto con estos poderes misteriosos. Cuando hemos indicado anteriormente, ellos emplean religión y magia para lograr su meta. Los practicantes de la magia usan hechizos, amuletos, anillos encantados, cuernos, calabazas pequeñas, candados, pimienta de guinea y muchos otros objetos con el propósito de escudriñar y controlar los recursos sobrenaturales del universo.
La magia ha sido empleada de una manera práctica para bien y para mal. Por ejemplo, las preparaciones mágicas se han usado como protección personal contra los ataques de las brujas, adversarios o mala medicina o como un medio de resguardarse de los males. Ellas también han servido como un medio de asegurar la invulnerabilidad de la protección contra armas de fuego y de heridas de machete. La magia también se ha usado para traer lluvia a las cosechas o jugar netamente; ganar el amor de un amante, dar habilidad en la guerra, acelerar los viajes o para ganar en las actividades deportivas. Además de protección personal, tenemos muchos ejemplos de preparaciones mágicas para el público bueno. Muchas casas son protegidas por hechizos que se encuentran colgando sobre la puerta, o enterrados en la puerta de la casa o fuera del edificio. Las entradas a los pueblos y villas también son protegidas por estas preparaciones mágicas.
Así como tenemos las preparaciones mágicas buenas también tenemos ejemplos de magia mala. Los ladrones peligrosos están provistos con preparaciones mágicas que les permiten robar las casas fácilmente y sin molestias; por el uso de anillos encantados hay hombres que se han quedado ciegos; se ha usado la pimienta de guinea en hechizos para traer enfermedades incurables a víctimas circunstanciales; el pelo o polvo raspado de las uñas, masticando el bastón o artículos de vestir de las personas, éstos se han usado para preparar hechizos dañinos contra ellos.
Los detalles de cómo los diferentes tipos de preparaciones mágicas se hacen y usan no puede darse aquí, pero intentaremos una breve descripción de uno de éstos. Uno de las preparaciones mágicas que han sido clasificadas como ambas, buena y mala, es el "Mágún": ("no monte"). Es un medio de controlar la inmoralidad sexual, y esto hace que el matrimonio sea honorable. Un hombre Yorúbá, que descubre que su esposa le es infiel y está aficionada a correr hacia otros amantes, prepara un hechizo mágico que hace mortal para el otro hombre que tiene coito con su esposa. Según información recogida de aquéllos que saben, esto se logra poniendo un cordón encantado o un ramo de escoba en el camino de la mujer - posiblemente en la entrada a su cuarto. Ella cruza el cordón o la entrada encantados por no saber nada. Justo a partir de ese momento, ella lleva un misterioso "poder" en sus órganos genitales. El marido que pone la trampa no se le acerca durante el periodo de peligro. Si la mujer va a su amante y tienen relaciones, el hombre adúltero es automáticamente tirado......fuera de sí, y salta tres veces consecutivamente después de que el fantasma lo suelta. Por esto es por lo que las personas llaman a este tipo de preparación mágica "Mágun", que significa "no monte" (la esposa de otro hombre).
A veces hay variaciones. En lugar del hombre adúltero cayéndose y haciéndolo saltar tres veces y marcándolo, él tiene su parte de goce temporal, pero al final descubre que no puede separarse de la mujer. Sus órganos genitales se cierran juntos como con llave, y los dos se cogen en el mismo acto y se exponen al ridículo de la comunidad entera. Después de mucho rogar al marido, un antídoto (eró) se les ofrece y los dos se separan, pero quedan completamente desvalidos y avergonzados.
Esto le parecerá fantástico a lectores que son ajenos a Yorubalandia y Africa, pero es la entera verdad. Es difícil (quizás desagradable) la manera de controlar las relaciones sexuales extramaritales: pero inyecta moralidad en la sociedad de una manera muy dura. Nosotros debemos mencionar, sin embargo, que algunos hombres diestros que quieren comprometerse en las prácticas adúlteras han procurado tener el anti-Mágun para neutralizar la trampa de Mágun. Y a veces un hombre que ha puesto la trampa, mientras espera que su tarea se realice, ha sido cogido en su propia trampa. Nosotros preferimos mostrar este tipo de práctica mágica porque lo consideramos como un ejemplo clásico de las misteriosas fuerzas en las que creen los Yorúbá.
Un acto mágico casi siempre tiene tres elementos:
(a) Hay palabras que deben ser proferidas según una fórmula u orden explícito. Cualquier resbalón, omisión o alteración al formularlas privan a la magia de su poder.
(b) Hay una serie de acciones que deben ser llevadas a cabo. Por ejemplo, si hay un plan para matar a un enemigo a distancia, la preparación puede incluir las acciones siguientes: el hechicero procurará el agua en un cuenco y tendrá listo un garrote corto o machete o un arma cargada; entonces él convoca, por los medios mágicos, el espíritu del enemigo para que aparezca en el agua del cuenco; entonces el hechicero golpea, corta, o le tira a la figura que aparece. Como resultado de esto, la persona cuyo espíritu se ha convocado así, recibirá una herida real o un tiro de arma dondequiera que él esté.
Normalmente para hacer llover, se rocía agua en la tierra o zambullendo ramitas en el agua y el rociar agua es una imitación de la lluvia. Igualmente, para prevenir la lluvia, se ligan algunas semillas de pimienta caimán y algunos otros objetos envueltos en un pañuelo de mano, o en una hoja de palma ligando los nudos, y girando estos arriba rápidamente al tiempo que se profieren los encantamientos.
En otros actos pueden involucrar arrancar una aguja del interior de un cuerno encantado, o escupir ritualmente sobre una preparación mágica, o colocar agujas pegajosas en la efigie de un enemigo para causarle un dolor incesante, o cerrando con llave un candado encantado para hacerle imposible a un acusador hablar contra uno en la corte de la ley.
(c) La condición de " actor" también es de importancia ritual. En todas las comunidades, el mago está rodeado por tabúes que él debe observar rigurosamente- abstenerse de comer ciertas comidas, de la relación sexual casual, y de otras acciones contaminantes. A menos que él observe éstos tabúes rígidamente, sus hechizos perderían su potencia.
A consecuencia de sus creencias en los poderes mágicos, se encuentran muchos Yorúbá llevando todo tipo de hechizos- aros de cobre (orúkao baba), amuletos (ifúnpá), preparaciones cosidas a un cinto ceñido de cuero (ondé). En las casas, a veces encontramos una escoba que cuelga del pilar de la puerta, una calabaza pequeña, que brilla luminosa y de la cual parece que gotea un líquido, una cadena encantada enterrada en parte en la tierra o algunos cowries colocados en orden simétrico en el suelo. Algunos bebés llevan enrollados alrededor de su cuello y cintura; los hombres y mujeres tienen un poco de polvo negro inyectado en sus cuerpos a través de incisiones (gbéré).
Éstos y muchos otros son indicadores vivientes de la creencia de las personas en el poder místico de la magia. Algunas de estas preparaciones son medidas de protección, otros traen la buena salud, fortuna o prosperidad. Pero algunos otros son empleados para hechos nefastos y eso hace a las personas vivir en un miedo constante.
Mientras condenamos las preparaciones mágicas malas porque son antisociales, nosotros defendemos la exploración, el uso y el control de la magia saludable para ayudar a las invenciones científicas modernas y mejorar la norma de vida de las personas. No compartimos el punto de vista de Idowú que "la ayuda de la magia es buscada por aquéllos que no están seguros de su carácter o aquéllos que son evidentemente malos"... Su sugerencia sería aceptable si todas las preparaciones mágicas fueran malas. Pero de nuestro estudio de magia entre el pueblo Yorúbá, sabemos que hay preparaciones mágicas buenas y malas. No puede haber maldad por ejemplo, en emplear lo mágico para querer escapar de un peligro inminente, o para resguardarse de los malos espíritus, o para acortar la distancia, o entorpecer a los ladrones y descorazonarlos de sus hechos malos, o para mejorar en los productos agrícolas y su gusto.
LA MEDICINA YORÚBA
La medicina :
Por medicina queremos dar a entender cualquier substancia o substancias que se usan tratando o previniendo enfermedades; en otros términos, la medicina, tal y como es concebida por el Yorúbá, involucra los medicamentos así como la profilaxis. Así, la habilidad profesional de un curandero incluye la curación, el alivio, y la prevención de enfermedades así como la restauración y la preservación de la salud. En muchos casos, él es un adivino, un sacerdote, así como un fabricante de hechizos. Tiene los medios para determinar las causas de dolencias, infortunios y muerte. Él emplea diferentes sustancias, incluyendo las hierbas, plantas, hojas, raíces, cortezas, animales, pájaros, piel, huesos, anillos, escobas, pedazos de hilo, agujas y minerales, para hacer su "trabajo". En casi todos los casos, tiene algunas palabras mágicas que van con su preparación. Y de esta manera, inevitablemente, la magia encuentra un lugar en la práctica de la medicina. "De hecho", observa Idowú, "las dos pueden entrelazarse de tal forma que se hace muy difícil saber dónde acaba una y comienza la otra". La verdad es que el curandero no ve su preparación médica aisladamente. Su medicina está en el reino de la religión, quizás con algún elemento de magia. En muchos casos, cuando él va a coleccionar hojas o cortezas o raíces de árboles para su preparación medicinal, realiza algunos rituales, normalmente invoca el espíritu del árbol o hierba, rompe nueces de kola y los ofrece al espíritu. A veces, toma un pedazo pequeño de caliza blanco que ata alrededor de un árbol antes de tomar su corteza o raíces para la preparación medicinal. En otro momento, tiene que proferir los encantamientos cuando excava para las raíces o escoge las hojas. En algunas ocasiones, él no habla hasta que haya vuelto a su casa con todo lo recogido. De esta manera, se tratan las hierbas, hojas o cortezas para transformarlas de cosas ordinarias, "sagradas", y ellos llevan alguna potencia, algo de poderes misteriosos.
Cuando la preparación está terminada, se cree que la medicina está cargada con poderes. La persona que lleva un anillo o un amuleto, o al que le fue aplicado un "poder negro" en la parte cortada de su cuerpo, o usa un jabón para bañarse, hace esto acompañado del uso de encantamientos que imbuyen a la preparación medicinal con poderes. Además, el curandero hace ofrendas al espíritu de su medicina de vez en cuando. Él mastica nueces de kola y pimienta de caimán y escupe éstos en la medicina al mismo tiempo que profiere los encantamientos y pide para que su poder pueda retenerse. Él a veces ofrece sangre además de la ginebra, nuez de kola o pimienta de caimán. Estamos enfatizando aquí en el hecho que la medicina, como se concibe por el Yorúbá, se cree que tiene algo extra -un poder misterioso que puede curar o prevenir las dolencias; pero en algunos casos podrían usarse para dañar a un enemigo.
Debido a esto, se creyó que estos poderes son inherentes a los preparados de esta medicina, cualquiera que los usa tiene que observar ciertos tabúes. Por ejemplo; algunas medicinas no deben tomarse en lugares sucios, por ejemplo, una letrina, o ser llevado por un hombre que ha tenido relaciones con una mujer o ha sido tocado por una mujer que está menstruando. El poder en la preparación desaparecerá y la medicina será inútil. En algunos casos, los tabúes de comida tienen que ser respetados -uno no puede tomar vino de palma o compartir un huevo con otra persona o comer el okra estofado, si quiere que la preparación retenga su potencia.
El curandero intenta combinar el poder de la preparación medicinal con otros poderes que se invocan y sin los cuales, la medicina no tendrá valor. Así, cuando los Yorúbá hablan de Oógún (el médico), éste normalmente abraza la medicina normal y los hechizos. Un curandero hace su tarea manera sistemática y ritual, él invoca el espíritu tutelar de Ósanyin (la divinidad que controla la medicina), y liga la medicina normal con los hechizos. Él paga el homenaje a los espíritus y los antepasados que han hecho la preparación antes que él, y hace las ofrendas necesarias solicitando las bendiciones espirituales sobre la preparación. Todos esto está en el reino de religión. Entonces, él va a proferir encantamientos que tienen un carácter mágico. Pero algunos otros observadores sostienen que los encantamientos serán pasados por la oración y que todo lo hecho se hace en el reino de la religión para que la medicina sea eficaz.
Debe señalarse que el poder misterioso de una medicina puede usarse para fines buenos o malos. Por ejemplo, puede usarse para curar ciertas dolencias, para ganar el éxito en diferentes empresas, (Ej. Pescando, cazando, comerciando, robos o protección contra el robo y para resguardarse de los ataques de enemigos).
También puede usarse para volver a un enemigo ciego o
impotente, o llevándolo al fracaso, y la penalidad es incalculable. Mientras el curandero bueno es amado y respetado por todos los amantes de las cosas hermosas, el curandero malvado y malo es temido y odiado por todos. El curandero malo es solitario y es señalado como un hechicero. Se cree que él es notorio por el uso de poderes medicinales y mágicos para traer daño, incomodidad, fracaso y muerte a las personas, sobre todo aquéllos que él odia o aborrece. Entenderemos esto mucho mejor cuando volvamos nuestra atención al examen del poder misterioso de la magia.
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