domingo, 29 de noviembre de 2015

PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL DOMINGO 29/11/2015




domingo 29

Filomeno; 
Iluminada; Bto.
Bernardo Francisco 
Hoyos; Bto, Vicente 
Romano



Comienza el Ciclo C 

T 1. 1° del salterio 
Jer 33,14-16 /Sal 
24/ 1Tes 3,12-4,2 / 
Lc 21,25-28.34-36





Jeremías 33,14-16
«Mirad que llegan días —oráculo del Señor— en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: "Señor-nuestra-justicia"».


Salmo 24
A ti, Señor, levanto mi alma.



1Tesalonicenses 3,12-4,2
Hermanos: Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos 'sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre. En fin, hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.


Lucas 21,25-28.34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación. Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».


Siempre preparados, siempre «enamorados»
Se alza el telón del Adviento, tiempo de preparación para la Navidad. Nuevo ciclo litúrgico que nos irá presentando la vida de Jesús, desde el Nacimiento hasta la Resurrección. Ojalá nos encontremos con Él, hablemos con Él, caminemos de su mano, sintiendo el calor de su presencia, las orientaciones puntuales de su palabra, la fuerza de su gracia. En la vida no hay caminos maravillosos sino caminantes maravillados. Con Cristo, nosotros seremos también «caminantes maravillados», encontrando siempre sentido a nuestros pasos, a nuestra vida. Tiempo de Adviento: buscar a Cristo, encontrar a Cristo, amar a Cristo. Él se acerca hoy a nosotros y susurra a nuestros oídos y a nuestro corazón: «Estad siempre preparados, siempre enamorados. Levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación».


Señor, danos tu mano cada día para que conozcamos a fondo tu vida en este nuevo recorrido litúrgico que hoy comienza con el Adviento.










sábado, 28 de noviembre de 2015

PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL SÁBADO 28/11/2015




sábado 28
Catalina Labouré 
Honesto de Nimes






XXXIV del TO.
2° del salterio
Dan 7,15-27/ Sal
Dan 3,82-87 / Lc
21,34-36



                               Lucas 21,34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».


La vigilancia y la oración
Jesús desciende a pequeños detalles y ofrece recomendaciones concretas. La primera de todas, la vigilancia. No podemos abandonarnos, descuidarnos y dejar a su aire la mente y el corazón. La segunda, la oración, o lo que es lo mismo, la conexión con Dios. Sabe el Señor, y por eso nos previene, que la mente y el corazón son claves a la hora de decidir, de tomar actitudes en la vida. ¿Qué pasará si se embotan, si no funcionan, si se dejan atrapar por los malos hábitos? Estaremos perdidos. La gran meta es que consigamos la verdadera felicidad. La felicidad de seguir nuestro camino, de realizar nuestros proyectos, de cumplir nuestra misión. Para ello, hace falta un sincero examen de conciencia, una atención especial a nuestros pasos, la gracia de Dios que llega especialmente a través de la oración silenciosa y pausada.


Un serio examen de conciencia constante, que es práctica canonizada en la más legítima espiritualidad cristiana, nos obliga a revisar siempre a la luz del Reino nuestra propia espiritualidad: salvaremos así la fragancia de nuestra mente y de nuestro corazón.







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