viernes, 25 de noviembre de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 24/11/2016





Tiempo Ordinario/34°Salterio 2° Semana. Tomo IVJueves 24 Noviembre








Santos ANDRÉS DUNG-LAC pb y co mrs, Cristigono mr,
Flora y María vgs mrs, Mateo Alonso y co mrs



 Papa Francisco: Hoy la Iglesia nos hace pensar en el fin de este mundo, porque este acabará. La fachada de este mundo desaparecerá. Hay una palabra en el Evangelio que nos impresiona bastante: todas estas cosas sucederán. ¿Pero hasta cuándo hay que esperar? Hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles: Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. En tiempos del profeta Daniel no se podía hablar de religión: era una cuestión privada, los signos religiosos se quitaban y era necesario obedecer las órdenes que venían de los poderes mundanos. Cuando los tiempos de los paganos se cumplen, levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación. En efecto, el triunfo, la victoria de Jesucristo es llevar la creación al Padre en el final de los tiempos. Esta apostasía general se llama prohibición de adoración. ¿Adoro al Señor? ¿Adoro a Jesucristo, el Señor? ¿O un poco mitad y mitad y juego con el príncipe de este mundo? Adorar hasta el final con confianza y fidelidad es la gracia que debemos pedir.



PALABRA: 
Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación».


 ORACIÓN: 
Apocalipsis 18,1-2.21-23;19,1-3.9a; Salmo 99,2-5 • LUCAS 21,20-28
SEÑOR, si tuviera puesta mi esperanza en este mundo, temería el final. Pero ese final -de mi vida, del mundo- me abre la puerta para la Vida. Como Pablo, exclamo: ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Por eso, me uno exultante a tus palabras: Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación. (Sigue tu oración personal).










jueves, 24 de noviembre de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 23/11/2016





Tiempo Ordinario/34°Salterio 2° Semana. Tomo IV
Miércoles 23 Noviembre








Santos CLEMENTE I pp, COLUMBANO ab,
Lucrecia trtr. Beato Miguel A. Pro pb mr


Papa Francisco: las lecturas (de estos días) hablan a menudo de destrucción, de final, de calamidad. El Señor nos aconseja dos cosas. Dos cosas que son distintas según cómo vivimos. Porque es diferente vivir en el momento y vivir en el tiempo. El cristiano es, hombre o mujer, aquel que sabe vivir en el momento y sabe vivir en el tiempo. Tal vez nosotros podemos sentirnos dueños del momento. Pero el engaño es creernos dueños del tiempo. El tiempo no es nuestro. El tiempo es de Dios. Podemos llegar a ser soberanos del momento. Pero del tiempo existe sólo un soberano: Jesucristo. Por ello el Señor nos aconseja: No os dejéis engañar. Muchos, en efecto, vendrán en mi nombre diciendo: Soy yo, y el tiempo está cerca. No vayáis detrás de ellos. No os dejéis engañar en la confusión. Que el Señor nos dé la gracia de caminar con sabiduría. También esta es un don: la sabiduría que en el momento nos conduce a orar y a discernir; y en el tiempo, que es mensajero de Dios, nos hace vivir con esperanza.




PALABRA
Dijo Jesús a sus discípulos: «Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».


ORACIÓN:
Apocalipsis 15,1-4; Salmo 97,1-3.7-9 • LUCAS 21,12-19
SEÑOR, la historia de la Iglesia da testimonio de que dices la verdad, desde la era apostólica católica hasta nuestros días. Tus apóstoles"estaban contentos por haber sido considerados dignos de sufrir a causa de tu nombre". Y en los mártires de los veintiún siglos se cumplen tus predicciones. Desde mi fragilidad, quiero dar testimonio valiente de ti y de tu Iglesia y estar contento cuando, a causa de tu nombre, sea ultrajado, despreciado, perseguido. Mira
con misericordia mi buena voluntad y la perseverancia que salva. (Sigue tu oración personal).

yo os daré palabras

y sabiduría.








cultivarseescrecer Chanel