domingo, 8 de enero de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 08/01/2017






Oficio de la fiesta 1s55,1-11/Sal ls 12,2-6/1Jn 5,1-9 / Mc 1,7-11

Domingo 8 Enero




Higinio; Paulino de Aquilea; Bta. Ana María Janer;
Bto. Francisco Rogaczewski


PALABRA:
Isaías 55,1-11
Así dice el Señor: «Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar vino y leche de balde. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta, y el salario en lo que no da hartura? Escuchadme atentos, y comeréis bien, saborearéis platos sustanciosos. Inclinad el oído, venid a mí: escuchadme, y viviréis. Sellaré con vosotros alianza perpetua, la promesa que aseguré a David: a él lo hice mi testigo para los pueblos, caudillo y soberano de naciones; tú llamarás a un pueblo desconocido, un pueblo que no te conocía correrá hacia ti; por el Señor, tu Dios, por el Santo de Israel, que te honra. Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras esté cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos —oráculo del Señor—. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes. Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo».





Isaías 12, 2-6
Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.





1Juan 5,1-9
Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No solo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Este es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo.


Marcos 1,7-11
En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo». Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto».


«Tú eres mi hijo amado, mi predilecto»
¡Qué hermoso es contemplar la escena del bautismo de Jesús! Ahí le vemos, formando parte de la caravana humana, actitud que el apóstol Pablo condensará en esta frase: «Se hizo uno de tantos y se presentó como un hombre cualquiera». Ahí le vemos, expresando su solidaridad con los pecadores, manifestando su compromiso con la humanidad, que mantendrá hasta entregar su propia vida como muestra de fidelidad y de supremo amor. En ese momento, vio el cielo abierto. Vio al Espíritu que se posaba sobre él. Y oyó la voz de Dios al que sintió como Padre que le quería indeciblemente: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto». Y comenzó a hablarnos del Padre como «bondad», «acogida», «amor». Un Padre de ternuras y bondades.  
               




sábado, 7 de enero de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 07/01/2017






2° del salterio

Tin 3,22-4,6/Sal 2 / Mt 4,12-1723-25
Sábado 07 Enero






S. Raimundo de Peñafort, m.l. Luciano de 
Antioquía; Bta. M' Teresa Haze
después de Epifanía.

PALABRA:
Mateo 4,12-17,23-25 En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el Profeta Isaías: «País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilede los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte una luz les brilló». Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el Reino de los cielos». Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba. Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.





El encanto de la prosa:
La Navidad se acaba. Lo hará el próximo domingo con la fiesta del Bautismo del Señor, y con ella se da el pistoletazo de salida para el nuevo año, para el tiempo ordinario —tal y como decimos en la liturgia cristiana—. La encarnación del Verbo nos ha visitado en estos días y ha sembrado en nuestros corazones su gracia salvadora que nos encamina hacia el reino del cielo, el Reino de Dios que Cristo vino a inagurar entre nosotros. Se trata de vivir «el encanto de la prosa»: saber que Dios está con nosotros, camina a nuestro lado, convive con nuestros afanes y preocupaciones. Jesús se
retira a Galilea, la región de los pobres, la tierra del dolor, la opresión y el sufrimiento. Y susurra a nuestros oídos: «convertíos, girad hacia Dios vuestras vidas...».

ORACIÓN: Señor, comenzamos la prosa de la vida, tras las fiestas navideñas. No estamos solos. Sentimos tu presencia cercana, tus dones recibidos, tu gracia que ilumina y da fuerza. ;Qué hermoso es estar contigo, caminar de tu mano, sentir tu presencia a nuestro lado!

              




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