Martes 25 Abril
Oficio de la t
1Pe 5,5b-14 /Sal 88
/Mc 16,15-20
S. Marcos, f.
Pedro de San
José de Betancur;
Aniano; Giovanni
Piamarta
Marcos 16,15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Marcos, el primer evangelista
EI evangelio de Marcos es, probablemente, el primer evangelio escrito de los cuatro evangelios canónicos y del que bebieron como en una fuente los otros tres evangelistas. La tradición coloca a Marcos en Roma, al lado de san Pedro, quien, probablemente, lo bautizó en Jerusalén; por eso, en su primera carta, lo llama «mi hijo Marcos». los recuerdos, la experiencia, las reflexiones transmitidas por Pedro, sirvieron a Marcos para escribir su evangelio. No glosa, no diserta, no comenta nada; simplemente ofrece un relato lleno de viveza y colorido. Su característica es la precisión, la claridad, el detalle. Pone vida en las personas. Apenas trae discursos: simplemente hechos que hablan por sí solos. Quiere que veamos a Jesús como Hijo de Dios. Y será en el evangelio donde nosotros aprendamos a amar, a caminar, a morir con Cristo y a resucitar con Él.
la Biblia es una mediación que el Señor nos ha dado para ayudarnos a discernir su Palabra viva, que nos sorprende agazapada en cualquier lugar de la historia, porque hoy Dios sigue «revelándose» y sigue pronunciando su palabra viva.