sábado, 20 de mayo de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 19/05/2017


Viernes 19 Mayo
VII de Pascua
3° del salterio
He 20,17-27/Sal 67
/Jn 17,1-11a





Agustín Noveno;
Celestino V; Ivo de
Bretaña; Emiliana;
Juan de Cetina; Bta
Pina Suriano

Viernes 19 Mayo
Juan 17,1-11a
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».

Jesús nos ofrece una meditación teológica
Jesús nos ofrece una larga meditación teológica, antes de su pasión y muerte. Nos habla de su «hora», la hora de la muerte, de la entrega total; la «hora de la glorificación», unida a la realización de la voluntad del Padre. Jesús pide por todos nosotros, pide para que en nuestra soledad continuemos nuestro camino. Y nosotros, los que hemos unido nuestras vidas a la vida de Cristo, cruzando la frontera de nuestra pasión y muerte, seremos «glorificados» con Él. Jesús hace una síntesis de su vida y la corona con la gloria. No hay más éxito que «unirnos a Jesús» en su pasión y muerte, para resucitar con Él. La glorificación de todas las víctimas de la tierra.

Mañana será Pascua, otra vez. Siempre es Pascua mañana, y hoy. Cuando sabemos vivir el día de hoy en la esperanza fiel. Porque somos hijos en el Hijo, y ya no esclavos, hemos recibido el don de Ia libertad y la tarea de la liberación.                                                                                                                                                                                                                                             



         

viernes, 19 de mayo de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 18/05/2017

Jueves 18 Mayo
VII de Pascua
3° del salterio

He 19,1-8/Sal 67/ 
Jn 16,29-33




S. Juan 1, m.I.
Rafaela María;
Félix de Cantando;
Erico IX; Ma Josefa;

Leonardo Murialdo

PALABRA:
Juan 16,29-33
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios». Les contestó Jesús: «¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».


«En el momento de las dudas»
A aquellos apóstoles les pasaba lo que a nosotros: que no entendían a Jesús y sus palabras les resultaban oscuras o quizás poco comprensibles. De ahí, sus dudas y oscuridades. A los discípulos, que tuvieron el privilegio único de convivir con Jesús, se les hacía oscura la fe, les asaltaban las dudas y no siempre veían con claridad lo que debían hacer. Exactamente igual, muchas veces, nos ocurre a nosotros. Hemos de aprender lo que nos transmite Jesús para esos momentos de duda y hasta de posibles vacilaciones: primero, los cristianos nunca estamos solos; segundo, nos sostiene siempre la presencia de Jesús, que camina con nosotros, que está a nuestro lado; tercero, Dios jamás nos abandona. Como dijera el papa Juan Pablo II a los jóvenes: «Hagas lo que hagas, Dios te quiere».


Gracias, Señor, por infundirnos tu valor, para que seamos valientes y audaces en los momentos más difíciles. Gracias por saber que estás con nosotros, que estás de nuestra parte, que caminas a nuestro lado. Gracias porque serás Tú, siempre, el que nos infunda el valor necesario para ganar todas las batallas


            




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