Sábado 17 Junio
XI del T.O.
3° del salterio
Xor 9,6-11 /Sal
771/Mt 6,1-
6.16-18
Ismael y Samuel;
Rainiero; Nicandro;
Lancelot; Alberto
Chmielowski
Mateo 6,1-6.16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a s'us discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
Tres pilares para nuestra religiosidad
Se nos ofrecen de nuevo los tres pilares piadosos de los judíos: la oración, el ayuno y la limosna. Jesús los ilumina y los enmarca en su verdadero significado. Primero, la oración. Sin la oración, no nos ponemos a tiro de Dios, no podemos sentir su interpelación, ni experimentar su fuerza transformadora. Disfrutar de su presencia entrañable en el interior de nuestro silencio, en su compañía por el camino, y en el compromiso de amor y justicia con la humanidad. Segundo, el ayuno: hacer un hueco a la irrupción del otro y sus necesidades en nuestras agendas y programaciones. Tercero, la limosna: la ayuda solidaria, la comunicación de bienes que redistribuye riqueza, la solicitud para con las necesidades de los empobrecidos, el compromiso con la justicia. No pasar de largo ante el dolor de los demás.