jueves, 22 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 21/06/2017




Miércoles 21 Junio
4° del salterio
Job 38,1.8-11 /Sal
106 / 2Cor 5,14-17 / 
Mc 4,35-40







Luis Gonzaga;
Ramón de Roda;
Inocencio de
Mérida; Demetria;
Rodolfo

PALABRA:
Job 38,1-8,11
El Señor habló a Job desde la tormenta: «¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno materno, cuando le puse nubes por mantillas y nieblas por pañales, cuando le impuse un límite con puertas y cerrojos, y le dije: "Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus 
olas"?».




Salmo 106
Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.


2Corintios 5,14-17
Hermanos: Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si unc murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para quE los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucite por ellos. Por tanto, no valoramos a nadie según la carne. Si alguna vez juzgamos a Cristo según la carne, ahora ya no. El que es dE Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo tu comenzado.





Marcos 4,35-40
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?». Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!». El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?». Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!».

El miedo, nuestro enemigo
El enemigo mayor de la fe, suele decirse, no es el error sino el miedo. Porque el miedo paraliza la capacidad de pensar. Y, más aún, la capacidad de decir lo que pensamos. El miedo nos condena siempre a un silencio estéril que no sirve para nada. A veces, tenemos miedo de nosotros mismos, de nuestras debilidades, de nuestra falta de consistencia. En ocasiones, tenemos miedo de los demás, de su poder, de su fuerza, de sus posibilidades. Los discípulos de Jesús sienten miedo ante la tormenta, se asustan porque creen que van a sucumbir. No pasa nada. Con Jesús de la mano, siempre estamos a salvo. Él está a nuestro lado.


Señor, elimina nuestros miedos, despójanos de nuestros nerviosismos, que nos paralizan )or completo. El miedo desaparece con la fe en Ti, con la oración que nos procura tu tracia y tus dones, con la certeza de que nuestra debilidad nos servirá para afianzarnos nás en tu Palabra.



                 





miércoles, 21 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 20/06/2017


Martes 20 Junio
XI del T.O.
3° del salterio
2Cor 12,1-10/Sal

33 / Mt 6,24-34







Juan de Matera; 
Silverio; Florentina

PALABRA:
Mateo 6,24-34
EnJquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni. siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos».


O Dios o el dinero
La disyuntiva se nos plantea con claridad en el evangelio: o el proyecto del dinero o el proyecto de Dios. El proyecto del dinero nos hace plantear nuestra vida solo en clave económica; el proyecto de Dios, en cambio, nos hace contemplar el dinero, los bienes, en clave comunitaria, es decir, gestionándolos de tal forma que haya para todos. El mundo no sale de las manos de Dios como campo de batalla, sino como escenario para el encuentro fraternal de todos, realizando así cada uno su misión. Brillarán como telón de fondo, las palabras «ganancia» y «productividad». La ganancia solamente arrolla y pasa por encima de las personas; la productividad, en cambio, busca frutos para todos. Si eliminamos el proyecto de Dios Padre, eliminaremos también a hombres con proyectos.






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