Tiempo Ordinario/8º Salterio 4º Semana. Tomo III
Miércoles 23 Mayo
Santos Lucio y co tors, Desiderio ob, Eutiquio ab
Papa Francisco: ¡Los jóvenes apóstoles! Pensad en Pedro, Santiago, Juan, Natanael, cómo se fueron encontrando con Jesús. Otro joven es el joven rico, ese que se acerca a Jesús con una vida intachable, un muchacho bueno, y le dice: "¿Qué tengo que hacer para madurar mi vida, para heredar la vida eterna?". Jesús le dice: "Cumple los mandamientos y anda adelante"."Si ya los cumplí siempre". El Evangelio dice que: "Jesús lo amó", y entonces le dijo: "Mira, te falta una cosa: da todo lo que tienes a los pobres y ven conmigo, a predicar el Evangelio". Y ese chico se fue triste. Se fue triste porque tenía mucho dinero y no se animó a dejarlo por Jesús. Y se fue con SU dinero y con SU tristeza. Los primeros estaban con su alegría, con esa hermosa alegría que daba el encuentro con Jesús. Este se fue con su tristeza.
PALABRA:
Cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre». Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño». Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme». A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué dificil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios !». Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué dificil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios». Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».
ORACIÓN:
1Pedro 1,3-9; Salmo 110,1-6.9-10 • MARCOS 10,17-27
SEÑOR, lo recuerdas con todo detalle. Aquel joven llegó corriendo, deprisa, se arrodilló para llamarte Maestro bueno, e iba en busca del camino para la vida eterna. Parecía una vocación clara Y tú le sonreíste con tu inmensa Misericordia. Todo iba bien, hasta que le dijiste que le faltaba una cosa: Anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres y luego sígueme. Y el joven se fue con su dinero y su tristeza... ¿Tan fuerte es el atractivo del dinero? Tanto que tú lo pones al nivel de la fe en el único Dios, un dios falso a quien no puede servirse a la vez que al único Dios. Sólo tú eres mi único Dios, no dejes que me robe mi fe y mi esperanza el "estiércol del demonio"que me separa triste de Ti. Como signo, HOY daré una buena limosna a los pobres. (Sigue tu oración personal).