Tiempo Ordinario/ 14°
Salterio 2° Semana. Tomo III
Sábado 07 Julio
Santos Fermín ob, Odón ob, Edilburga ab.
Beato Benedicto XI pp
Papa Francisco: Hay un profundo vínculo entre pobreza y evangelización..., entre el «Id y haced, discípulos a todos los pueblos» y «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos». El Señor quiere una Iglesia pobre que evangelice a los pobres. Cuando Jesús envió a los Doce, les dijo: «No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino; ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento» (Mt 10,9-10).
PALABRA:
Dijo Jesús a sus apóstoles: «Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay alli de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en su casa, saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella, Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe, o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo».
ORACIÓN:
Oseas 11,1-4.8c-9; Salmo 79,2-3.15-16 • MATEO 10,7-15
SEÑOR, los comerciantes saben bien explotar el deseo del bienestar, la sed de felicidad del corazón humano, y ofrecen el paraíso en este mundo. Tú y yo sabemos que no puede haber "bien-estar" si tú no estás en nuestra vida. Tú nos conoces mejor que
nadie, porque somos obra tuya, y nos ofreces el camino de la auténtica verdad: el desprendimiento de todo lo que nos ata y esclaviza, el poder contra las fuerzas del mal contando con tu
gracia, y el seguimiento fiel de tu camino. No podré ser feliz si no rechazo los ídolos del mundo y te sigo en mi libertad y tu Misericordia. (Sigue tu oración personal).
Id y proclamad:
El reino de los cielos está cerca.