Tiempo Ordinario/27° Salterio 3° Semana. Tomo IV
JUEVES (MO) 04 OCTUBRE
San FRANCISCO DE ASÍS rl, Áurea de París ab,
Petronio ob, Quintín mr
Papa Francisco: San Francisco de Asís comprendió muy bien el secreto de la Bienaventuranza de los pobres de espíritu. De hecho, cuando Jesús le habló en la persona del leproso y en el Crucifijo, reconoció la grandeza de Dios y su propia condición de humildad. En la oración, el Poverello pasaba horas preguntando al Señor: «¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?». Se despojó de una vida acomodada y despreocupada para desposarse con la "Señora Pobreza", para imitar a Jesús y seguir el Evangelio al pie de la letra. Francisco vivió inseparablemente la imitación de Cristo pobre y el amor a los pobres, como las dos caras de una misma moneda. En un cristiano, las obras de servicio y de caridad nunca están separadas de la fuente principal de cada acción nuestra: es decir, la escucha de la Palabra del Señor, el estar —como María de Betania— a los pies de Jesús, con la actitud del discípulo. Y por esto, se reprende a Marta. Es de la contemplación, de una fuerte relación de amistad con el Señor, de donde nace en nosotros la capacidad de vivir y llevar el amor de Dios, su misericordia, su ternura hacia los demás.
PALABRA:
Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano». Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán».
ORACIÓN:
Gálatas 1,13-24; Salmo 138,1-3.13-15 • LUCAS 10,38-42
SEÑOR, Marta y María representan dos actitudes ante la vida. Una, la del sentido común racional: Marta trabaja agobiada, mientras María está embobada escuchándote. Pero nuestros criterios no son tus criterios. Yo hubiera estado de parte de Marta. Tú ves más allá, y valoras más la actitud de María, que ha elegido «lo único necesario», lo que no pasa. San Francisco eligió también la mejor parte, lo único necesario. Y las legiones de discípulos que han seguido sus huellas —franciscanos y capuchinos, hombres y mujeres, en los conventos o en el mundo- ven en su gigantesco Fundador la encarnación perfecta de tu Evangelio, una invitación viva para todos los que queremos escuchar o leer tu Palabra y cumplirla: que, como Francisco, sea bienaventurado siendo misericordioso. (Sigue tu oración personal)