sábado, 19 de enero de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES DÍA 15/01/2019






1 del TO.
1° del salterio
Heb 3,7-14/Sa1 94
/ Mc 1,40-45
MARTES 15 ENERO 






SANTOS:
Cosme; Macario;

Francisco de
Capillas; Pablo
Ermitaño; Habacuc


PALABRA: Marcos 1,40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés». Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.




Curar las «nuevas lepras»
La curación del leproso del evangelio nos ofrece, de nuevo, la actitud de Cristo: acabar con todo lo que es motivo de sufrimiento, exclusión o violencia. La lepra era motivo de rechazo, no solo de la enfermedad sino de la persona. Se trataba de un mal que producía contagio rápidamente. Y en vez de redoblarse el esfuerzo y la acogida, el leproso era abandonado, sin derechos. Jesús, «sintiendo lástima, extendió la mano y le tocó, diciendo: "queda limpio"». Primero, el sentimiento del corazón, el amor a la persona, restableciendo su dignidad; segundo, la cercanía en el trato; tercero, el poder curativo. La nueva lepra nos habla de «manchas en nuestra piel, en nuestra vida»; nos habla de «exclusiones sociales y de pérdidas de la dignidad». Los leprosos de hoy reclaman la cercanía de los cristianos.


ORACIÓN:
Señor, cura nuestras lepras de esta hora, tantas manchas de mal sobre la piel de la sociedad; tantas lejanías y exclusiones; tantos odios y sinsabores. Queremos quedar limpios, nuevos, integrados en el mundo para construirlo cada día con amor.
     
             



















martes, 15 de enero de 2019

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES DÍA 14/01/2019









1 del T.O.
1° del salterio
Heb 2,14-18 /Sal
104 / Mc 1,29-39
Lunes 14 Enero





Félix de Nola;
Juan de Ribera; 
Malaquías; Odorico de 
Pordenone; Sabas



PALABRA:
En aquel tiempo, Al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la cama y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca». Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido». Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.




Jesús, preocupado por la salud y el sufrimiento
De nuevo, el evangelio de hoy nos dibuja la silueta de Jesús y nos lo muestra preocupado por la salud de la gente y por el sufrimiento de los enfermos. Él alivia las penas y los dolores, transmitiendo siempre esperanza y alegría. Podemos decir que Jesús no soportaba ver a la gente sufrir. Una gran conclusión para nosotros: «Todos podemos aliviar penas en esta vida». Quizás no podamos hacerlo con los grandes problemas, pero sí con los pequeños sufrimientos: levantar el ánimo, infundir entusiasmo, hacer sonreír, ofrecer soluciones, alentar proyectos. Serán muchos los que lleguen a nosotros, hundidos por el peso de una situación agobiante. Abramos de par en par nuestros brazos para acogerles, para hablarles, para ensanchar sus horizontes, para eliminar sus nubes y hacer posible que, de nuevo, salga el sol en su pequeño firmamento.


ORACIÓN:
Señor, que allí donde haya un problema, pongamos nosotros una solución; que sepamos enjugar lágrimas y aliviar sufrimiento. La fórmula es muy sencilla: acogiendo, escuchando, amando.

 
 
               














cultivarseescrecer Chanel