domingo, 2 de julio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 02/07/2017


Sábado 02 Julio
XIII del T.O.
la del salterio
Gén 21,5.8-20/Sal 
33 / Mt 8,28-34




Ester; Oliverio 
Plunkett; Atilano 
Cruz; Justino
Orona; Bto. Antonio 
Rosmini


PALABRA
Mateo 8,28-34
En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, á la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?». Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: «Si nos echas, mándanos a la piara». Jesús les dijo: «Id». Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.


El gran reto es «abandonar» el mal
El episodio ocurre en la región de Gerasa, habitada por gentes que no eran judíos y no pertenecían, por tanto, ni a la cultura ni a la religión de Israel. No importa. Primera lección: Jesús visita y convive con otros pueblos, otras culturas y otras religiones. Segunda lección: la pobre actitud de aquellas gentes, apegadas a sus cerdos, a su materialidad, pidiendo a Jesús que se marche, que les deje tranquilos, inmersos como están en las fuerzas de la violencia y de la muerte. Prefieren el mal al bien. Desgraciadamente, se repite la situación entre nosotros: nos empeñamos en vivir en la esclavitud, de tantas ofertas de mal —todos los «paraísos artificiales»—, en vez de salir de ellos y convivir fraternalmente.



La espiritualidad de la liberación nos exigirá siempre «practicar a Dios», «ir cambiando» a Dios, de conversión en conversión, de fe en fe, de amor en amor, de servicio en servicio, de esperanza en esperanza





             





sábado, 1 de julio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 30/06/2017




Viernes 30 Junio
XIII del TO.
lº del salterio
Gén 19,15-29 / Sal
25 / Mt 8,23-27







Stos.
Protomártires
Romanos, m.l.
Marcial; Teobaldo;
Bto. Basilio
Velychovskyj

PALABRA:
Mateo 8,23-27
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron. De pronto, se levantó un temporal tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron los discípulos y lo despertaron, gritándole: «¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!». Él les dijo: «¡Cobardes! ¡Qué poca fe!». Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Ellos se preguntaban admirados: «¿Quién es este? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!».


El miedo y la inseguridad
La fe comporta siempre una buena dosis de miedo y de inseguridad. Es verdad que nos lanzamos al vacío, que llegan después mil dificultades, que nos sentimos solos, que surgen interrogantes para los que no tenemos fáciles respuestas. Aquí llega también el contraste: los miedos y las inseguridades de la vida deberán servirnos par sentir a Jesús más cerca de nosotros, para agarrarnos con más fuerza de su mano. La tempestad llega y hace zozobrar la barca. En nuestros labios colocaremos siempre una plegaria a punto: «¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!». La palabra del Señor nos infundirá ánimo, aliento y esperanza.



Señor, es bueno que nos sintamos débiles y, muchas veces, en la más completa soledad, acosados por los peligros y las dificultades se justifica que sintamos miedo. No importa. Hemos de descubrir que caminamos contigo, que estás a nuestro lado, que nunca nos dejas solos y abandonados.



            









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