domingo, 17 de junio de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO DÍA 16/06/2018









Tiempo Ordinario/11° Salterio 3° Semana. Tomo III
Sábado 16 Junio








Santos Quirico y Julita mrs, Lutgarda vg, Aureliano o b




Papa Francisco: Dar al pueblo lo más grande, la riqueza más grande: la misericordia del Padre, el perdón. «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden». En estas palabras del Padrenuestro está todo un proyecto de vida basado en la misericordia. Ia misericordia, la indulgencia, la condonación de la deuda, no es sólo algo devocional, privado, un paliativo espiritual, una especie de óleo que ayuda a ser más suaves, más buenos, no. Es la profecía de un mundo nuevo: misericordia es profecía de un mundo nuevo, en el que los bienes de la tierra y del trabajo se distribuyen equitativamente y nadie se ve privado de lo necesario, porque la solidaridad y el acto de compartir son la consecuencia concreta de la fraternidad. 





PALABRA:  
Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis.Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno". Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas».

ORACIÓN:
Eclesiástico 48,1-15; Salmo 96,1-7 • MATEO 6,7-15
SEÑOR, nos sales al paso de alguna duda que puede surgir: ¿Por qué pedirle algo a Dios, si ya conoce lo que necesitan sus hijos? Primero nos dices categóricamente, en este y en tantos pasajes evangélicos: "Vosotros rezad". No para que se entere Dios de lo que le digamos o Oímos, sino porque la oración es la fe hecha palabras dirigidas a Dios, y sin fe no hay vida cristiana. Segundo, nos dices cómo hemos de orar: no con muchas palabras, como si intentáramos embaucar A DIos, Y tercero, nos das, fruto de tu Misericordia, la mejor oración, el Padrenuestro, compuesto por ti: quien mejor conoce lo que el Padre desea escuchar, quien mejor sabe lo que el hombre necesita, quién mejor sabe cómo poner en contacto a los hijos con el Padre. Ah, y cómo ha de estar limpio el corazón de desamor, odio y rencor, para que la oración sea escuchada. (Sigue tu oración personal).
















CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES DÍA 15/06/2018








Tiempo Ordinario/11° Salterio 3° Semana. Tomo III
Viernes 15 Junio








Santos M.a MICAELA vg, Amós prof, Germana vg,
Benilde mr, Vito mr





Papa Francisco: El Evangelio propone los elementos del camino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna (cf. Mt 6,1-6.16-18). Los tres comportan la necesidad de no dejarse dominar por las cosas que aparentan: lo que cuenta no es la apariencia. El valor de la vida no depende de la aprobación de los demás o del éxito, sino de lo que tenemos dentro.












PALABRA:
Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis  recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis , como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido  su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas, que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».


ORACIÓN:
2Reyes 2,1.6-14; Salmo 30,20-21.24 • MATEO 6,1-6.16-18
SEÑOR, de nuevo, en este Año de la Misericordia, me recuerdas que todo lo bueno que haga, con el fin de que lo vean los demás y piensen y hablen de lo bueno que soy, es puro teatro carente de valor. Lo aplicas a la oración, el ayuno y la limosna, pero puede ampliarse a todo lo que se hace con esa viciada intención. Otra cosa muy distinta es la intencionalidad de aquel otro consejo tuyo: "Brille vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre"(Mt5,16). Animas a cumplir la misión de dar luz -"vosotros sois la luz del mundo"- y la intencionalidad de que vean las buenas obras es que den gloria al Padre. ¡Todo lo haces bien, y nos instruyes para que obremos rectamente, buscando siempre la gloria de Dios! (Sigue tu oración personal).
















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