martes, 13 de diciembre de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 13/12/2016




Salterio 3° Semana. Tomo 1 Adviento/3°
Martes 13 Diciembre









Santos LUCÍA vg mr, Otilia ab, Autberto oh.

Beato Antonio Gras pb


 Papa Francisco: Un hilo sonoro de silencio: así se acerca el Señor, con la sonoridad del silencio que es propia del amor. Y dice a cada hombre: Tú eres pequeño, débil pecador, pero yo te digo que te he convertido en trillo nuevo, de dientes dobles. Triturarás los montes y los desmenuzarás, y los cerros convertirás en tamo. Así, Él se hace pequeño para hacerme fuerte. Va a la muerte, en señal de esa "condescendencia", para que yo pueda vivir. Esta es la música del lenguaje del Señor. Nosotros, preparándonos para la Navidad, tenemos que escucharla. Nos hará bien, mucho bien. Por lo general, la Navidad es una fiesta con mucho ruido. Nos hará bien un poco de silencio, para oír estas palabras de amor, de tanta cercanía, estas palabras de ternura. Debemos hacer silencio en este tiempo porque, como dice el prefacio, estamos en vigilante espera.






PALABRA: 
Dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña". Él le contestó: "No
quiero". Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor". Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?». Contestaron: «El primero». Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron.Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis».


ORACIÓN:
Sofonías 3,1-2.9-13; Salmo 33,2-3.6-7.17-19.23•MATEO 21,28-32
JESÚS, no son bellas palabras lo que esperas de mí, sino los frutos de la conversión, que comienza por reconocerse pecador -como los publicanos y las prostitutas-, continúa por hacer la voluntad del Padre, y termina por la felicidad suprema de la vida eterna, que ya comienza en la vida cristiana en este mundo. Así de sencillo. Así de esperanzador. (Sigue tu oración personal).

Él contestó: "Voy, señor".

Pero no fue.






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