Viernes 27 Octubre
XXX del TO. 2° del salterio Rom 8,18-25 /Sal 125/ Lc 13,18-21
Frumencio; Vicente,
Sabina y Cristeta
PALABRA: Lucas 13,18-21
En aquel tiempo, Jesús decía: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas». Y añadió: «¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta».
La parábola del grano de mostaza y de la levadura encierran el elogio de Cristo a tres virtudes cristianas: la humildad, la pequeñez, la sencillez. Cristo no nos habla de los poderes externos, a través de los que puede dominarse la sociedad. Todo lo contrarió. Nos plantea cómo hemos de transformar el mundo: con la pequeñez del grano de mostaza que se entierra o de la levadura que se funde con la masa. Será nuestra «fusión» con la realidad, portadora de Dios, de los valores de su reino, la que haga posible la verdadera transformación: Nosotros ponemos de nuestra parte algo tan sencillo como nuestra vida y nuestro corazón. Y Dios pone su mano, su gracia, que realizará ese crecimiento inmenso de una semilla, hasta convertirse en árbol que acoge las aves del campo. A la humildad y a la sencillez, seguirá el asombro.
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