CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 13/01/2018

Salterio 1°Semana. Tomo III Tiempo Ordinario/1°
Sábado 13 Enero







Santos HILARIO ob dc,
Remigio ob, Gumersindo pb mr. Beata Verónica vg






Papa Francisco: ¿Qué mejor recompensa podría dar Dios a los que lo buscan, que dejarse encontrar? El hombre religioso intenta reconocer los signos de Dios en las experiencias cotidianas de su vida. Dios es luminoso, y se deja encontrar por aquellos que lo buscan con sincero corazón.

PALABRA:

Al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca». Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido».Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

ORACIÓN:
1Samuel 3,1-10.19-20: Salmo 39,2.5.7-10 • MARCOS 1,29-39

SEÑOR, todo el mundo te buscaba. Y encontraban en ti la paz que el mundo no puede dar, la salud del alma y del cuerpo que es un buen regalo de tu amor, el mejor consejo para caminar en la Verdad. Todos te buscaban a ti, y tú no dejabas pasar ningún día sin buscar la intimidad con el Padre en la oración personal. ¿Te busco yo cada día? ¿Con sincero corazón y no por la recompensa que puedas ofrecerme? Mi recompensa mayor eres tú mismo, tu compañía, tu amistad, tu gran Misericordia. No sólo te dejas encontrar, sino que viniste al mundo para encontrarnos, curarnos, acompañarnos en nuestro camino. Tu rostro buscaré, no me escondas tu rostro. (Sigue tu oración personal).

Se levantó de madrugada, se marchó al descampado
y allí se puso a orar.

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