Dedicación de la
Basílica de Santa
María, m.l.
Nª Sra. de las Nieves;
La Virgen Blanca; Bto.
Federico Janssoone
PALABRA:
Mateo 15, 21-28
En
aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea,
saliendo de uno
de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija
tiene un
demonio muy malo». Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a
decirle: «Atiéndela,
que viene detrás gritando». Él les contestó: «Solo me han enviado a las ovejas
descarriadas de Israel».
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió de rodillas: «Señor, socórreme». Él le contestó: «No está bien echar a los perritos el pan
de los hijos». Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también
los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos».
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que;deseas».
En aquel momento quedó curada su hija.Jesucristo mira el corazón
Son muchos los comentaristas que califican este texto como un texto
enigmático: ¿acaso rechaza Jesús a aquella mujer cananea porque no es israelita? ¿Qué
sentido tiene este pasaje? Vemos cómo en Jesús se produce un cambio: el paso del
exclusivismo religioso a la aceptación y el elogio de la fe de quien pertenece
a otra religión. Vemos cómo Jesús no entra en el juego de las calificaciones y
descalificaciones, sino que se adentra en los corazones humanos, en sus actitudes y en sus valores:
el cariño de aquella madre por su hija, su preocupación por ella, la bondad de
aquella mujer que se ha visto rechazada en principio y,'desde luego, su fe y su confianza
en Jesucristo. Este es el gran tema de fondo. Por eso llega la curación, el gozo y la
paz. ¡Cuánto tenemos que aprender de este pasaje, a primera vista tan extraño, del
evangelio!
Mi tierra prometida eres Tú,Señor. ¡La Pascua de mi Pascua, nuestra gloria por siempre, Señor Jesús! ¡Mira nuestro corazón que ansía tu
presencia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario