viernes, 28 de diciembre de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 26/12/2018




Octava de Navidad
Miércoles 26 Diciembre





Santos ESTEBAN PROTOMÁRTIR,
Dionisio pp, Zenón ob, Zósimo pp

 FIESTA DE SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR
Papa Francisco: La liturgia prolonga la solemnidad de la Navidad durante ocho días: un tiempo de alegría para todo el pueblo de Dios. Y en este segundo día de la octava, en la alegría de la Navidad, se introduce la fiesta de san Esteban, el primer mártir de la Iglesia. El libro de los Hechos de los apóstoles nos lo presenta como un «hombre lleno de fe y de Espíritu Santo», elegido junto a otros seis para la atención de las viudas y los pobres en la primera comunidad de Jerusalén. Y nos relata su martirio: cuando, tras un discurso de fuego que suscitó la ira de los miembros del Sanedrín, fue arrastrado fuera de las murallas de la ciudad y lapidado. Esteban murió como Jesús, pidiendo el perdón para sus asesinos. La liturgia nos conduce al sentido auténtico de la Encarnación, vinculando Belén con el Calvario y recordándonos que la salvación divina implica la lucha con el pecado, que pasa a través de la puerta estrecha de la Cruz. Este es el camino que Jesús indicó claramente a sus discípulos, como atestigua el evangelio hoy: «Seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará».





PALABRA: 
Dijo Jesús a sus discípulos: «No os fieis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará».

ORACIÓN: 
Hechos 6,8-10; 7,54-60; Salmo 30,3-8.16-17 • MATEO 10,17-22
JESÚS, aún no se han apagado los ecos de los cantos celestiales en Belén y se escucha el griterío de quienes insultan y apedrean a Esteban. Tu nacimiento me anuncia la salvación. La muerte de Esteban me enseña a sobrellevar con paciencia, con perdón y con amor, los odios e incomprensiones, a causa de tu nombre. ¡Concédeme la perseverancia hasta el final y el amor a los enemigos! (Sigue tu oración personal).

















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