domingo, 24 de abril de 2016

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 24/04/2016


Tiempo Pascual/5° Salterio 1° Semana. Tomo II
Domingo 24 Abril




Santos Fidel de Sigmaringa pb mr, M." Cleofé y
M." Salomé NT, Gregorio de Elvira ob, Benito Menni pb,

M.a Eufrasia Pelletier vg



Papa Francisco:  Podemos hablar de la esperanza de Dios: nuestro Padre nos espera siempre, no sólo nos deja la puerta abierta, sino que nos espera. Él está implicado en este esperar a los hijos. Y este Padre no se cansa ni siquiera de amar al otro hijo que, incluso permaneciendo siempre en casa con él, no es partícipe, sin embargo, de su misericordia, de su compasión. Dios no está solamente en el origen del amor, sino que en Jesucristo nos llama a imitar su modo mismo de amar: «Como yo os he amado, amaos también unos a otros» (in 13,34). En la medida en que los cristianos viven este amor, se convierten en el mundo en discípulos creíbles de Cristo. El amor no puede soportar el hecho de permanecer encerrado en sí mismo. Por su misma naturaleza es abierto, se difunde y es fecundo, genera siempre nuevo amor.


PALABRA:
Hechos 14,21b-27:  Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a 
Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos  a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el Reino de Dios. En cada iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la comunidad, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.








Salmo 144,8-1 3ab: Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey.







Apocalipsis 21,1-5a: Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.Y escuché una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado».Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Todo lo hago nuevo».



JUAN 13,31-33a.34-35: Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: «Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él». (Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará). «Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros».


ORACIÓN:
SEÑOR, cuando en esa noche santa "nos amaste hasta el extremo", aunque fuiste vendido bm por Judas y todos te abandonarán, nos das tu mandamiento nuevo: el amor fraterno en
la medida de la Cruz, amando como tú perdonaste y amaste a tus asesinos. Si era difícil amar al otro como me amo a mí mismo, me es absolutamente imposible amar a los demás con tu amor heroico de la cruz. A no ser que abra mi corazón a tu Espíritu, y cambie mi corazón de piedra por uno de carne, con misericordia, manso y humilde como el tuyo. (Sigue tu oración personal).















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