CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO DÍA 01/07/2018

Tiempo Ordinario/13 Salterio 1° Semana. Tomo III

Domingo  1 Julio

Santos Aarón AT, Nicasio tnr, Teodorico pb,

Justino Orona y Atilano Cruz pbs tnrs

 Papa Francisco: (Cómo es que come con pecadores?]. El verdadero cristiano tiene celo dentro que nadie se pierda. No tiene miedo. Va donde debe ir. Arriesga su vida, arriesga su fama, arriesga perder su comodidad, su estatus. los cristianos deben ser así. Es muy fácil condenar a los otros como hacían estos -los publicanos, los pecadores- es muy fácil, pero no es cristiano ¿eh? No es de hijos de Dios. El Hijo de Dios va al límite, da la vida, como la ha dado Jesús, por los otros. No puede estar tranquilo, custodiándose a sí mismo: su comodidad, su fama, su tranquilidad. Recordad esto: ¡Cristianos a mitad de camino, nunca! Es lo que ha hecho Jesús. El cristiano y el pastor a mitad de camino quizá saben de diversión de tranquilidad, de cierta paz, pero no de alegría, esa alegría que está en el Paraíso, esa alegría que viene de Dios, ¡esa alegría que viene precisamente del corazón de padre que va a salvar! Esto es muy bonito, no tener miedo de que se hable mal de nosotros por ir a encontrar a los hermanos y las hermanas que estan lejos del Señor.

PALABRA:

Vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió.  Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».

ORACIÓN:
Amós 8,4-6.9-12; Salmo 118,2.10.20.30.40.131 • MATEO 9,9-13

SEÑOR, veo una vez más que no te dan asco los publicanos y los pecadores. Por eso aceptas mi amistad. Me consuela profundamente escuchar de tus labios que han venido a buscar, no a los justos, sino a los que somos pecadores. ¡Hazme partícipe de tu compasión y de tu Misericordia para comprender y tratar mejor a los demás. (sigue tu oración personal).

No tienen necesidad de médico los sanos,

sino los enfermos.