miércoles, 4 de julio de 2018

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES DÍA 03/07/2018






Tiempo Ordinario/ 14° Salterio 2° Semana. TomoIII
Martes 03 Julio






Santos TOMÁS ap, Heliodoro ob, León II pp,

Raimundo Gayrard es



 Papa Francisco: El evangelio de este domingo (Lc 10,1-12.17-20) nos habla de que Jesús no un misionero aislado, no quiere realizar solo su misión, sino que implica a sus discípulos. Y vemos que, además de los Doce apóstoles, llama a otros setenta y dos, y les manda a las aldeas de dos en dos, a anunciar que el Reino de Dios está cerca. ¡Esto es muy hermoso! Jesús no quiere obrar solo vino a traer al mundo el amor de Dios y quiere difundirlo con el estilo de la comunión, con el estilo de la fraternidad. Por ello forma una comunidad de discípulos, que es una comunidad misionera. Inmediatamente los entrena para la misión, para ir. La finalidad es anunciar el Reino de Dios, ¡y esto es urgente! También hoy es urgente. Los setenta y dos discípulos regresaron de su misión llenos de alegría. Jesús les dice: «No estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están escritos en el cielo» (Lc 10,20). No debemos gloriarnos como si fuésemos nosotros los protagonistas: el protagonista es uno solo, ¡es el Señor!



PALABRA:
• Isaías 66,10-14c: Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis lutos; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias -de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán;como a un niño a quien su madre consuela, así consolaré yo (en Jerusalén seréis consolados). Al verlo se alegrará vuestro corazón y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos».







Salmo 65,1-5.16.20: Aclamad al Señor, tierra entera.








Gálatas 6,14-18: Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mi y para el mundo. Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncision, sino criatura nueva. La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todo los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios. En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.

LUCAS 10,1-12.17-20: Designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir él.Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben " bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid:
"Está cerca de vosotros el reino de Dios". Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros". "De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios". Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo». Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre». Él les contestó: 
«Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

ORACIÓN:
SEÑOR, comparto la alegría de los setenta y dos discípulos, porque si al ir fueron llorando llevando la semilla, al volver vuelven cantando trayendo las gavillas: han sido testigos de tu Misericordia y de tu salvación. Pero acepto tu corrección: estoy más contento porque mi nombre está escrito en el cielo: un día lo leeré, hoy lo espero con Fe (Sigue tu oración personal).



              




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