jueves, 29 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES 29/06/2017 DÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO PATRON DE LOS HIJOS DE OGGÙN


Jueves 29 Junio
Oficio de la s.
He 12,1-11 /Sa1 33
/ 2Tim 4,6-8.17-18
/ Mt 16,13-19






S. Pedro y S.
Pablo, s.
Benedicta; Casio;
Siro de Génova


PALABRA:
Mateo 16,13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?». Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro 
tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te .digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará de atado en el cielo».


Nuestra mirada hoy al Papa
Se alza hoy la silueta de edro, confesando y proclamando a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios. Con clari ad y audacia. Nuestra mirada se dirige hoy también hasta la Ciudad eterna par contemplar la figura del Papa, sucesor de Pedro, fuente de cohesión y de unidad en la Iglesia. El papa Francisco, desde el primer momento de su elección, puso de relieve lo que significa su «verdadero poder»: «poner el oído muy cerca de los sentimientos y necesidades de la humanidad», porque «el verdadero poder es el servicio. Solo el que sirve con amor sabe custodiar». Hemos de aprender bien la lección: acoger, escuchar, dialogar, comprender y enriquecer. En eso consiste la mejor comunicación: abrir de par en par nuestros brazos, especialmente a los más necesitados.


Señor, te pedimos hoy especialmente por nuestro Santo Padre el papa Francisco, obispo de Roma, sucesor de Pedro, cuya palabra y cercanía ha calado profundamente en todos los ambientes y en tantos corazones de los hombres y mujeres de buena voluntad. Que su pastoreo abra horizontes de luz a todos los pueblos.




                

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 28/06/2017



Miércoles 28 Junio
lº del salterio
Sab 1,13-15;
2,23-24 / Sal 29 /
2Cor 8,7.9.13-15 /
Mc 5,21-43 (breve:
5,21-24.35-43)



Ireneo de Lyon;
Paulo I; Rais;
Benigno

Sabiduría 1,13-15; 2,23-24
Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia 41 diablo, y los de su partido' pasarán por ella.



Salmo 29
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.




2Corintios 8,7-9,13-15
Hermanos: Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad. Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad. Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba».

Marcos 5,21-24.35-49
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las última ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva». Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe». No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta, está dormida». Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña. 

Jesús, con los más débiles 
Jesús devuelve la vida a la hija del jefe de la sinagoga. Jesús está siempre de parte de los más débiles, En la reanimación de la hija de Jairo nos enseña bellísimos mensajes: primero, Jesús coge con sus manos las manos de la niña; segundo, Jesús toca y sana; tercero, transmite el calor de Dios, el aliento de vida. Las manos que matan no tienen derecho a llamarse manos cristianas; no son prolongación de las manos de Jesús. «Cristiano es el que da la mano, el' que la tiende a todos como símbolo de abrazo fraterno, de unidad, de comunión». 



Comer hoy, Señor, es andar a tientas, tanto de día como de noche, entre sombras y luces, Bullicios y silencios... Y alegrarse de estar aquí, así, a tientas. 









              





miércoles, 28 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 27/06/2017





Martes 27 Junio
XII del T.O.
4° del salterio
Gén 18,1-15/Sal
Lo 1,46-55 / Mt
8,5-17






S. Cirilo de
Alejandría, m.l
Na Sra. del Perpetuo
Socorro; Arialdo;

Ladislao



PALABRA:
Mateo 8,5-17
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho». Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo». Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy quién para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y ' va; al otro: "Ven'; y viene; a mi criado: "Haz esto'; y lo hace». Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los ciudadanos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes». Y al centurión le dijo: «Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído». Y en aquel momento se puso bueno el criado. Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles. Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades».



La fe de aquel centurión
Impresionante la fe de aquel centurión, extranjero, militar de graduación, de las tropas de ocupación. Impresionante la humanidad y la cercanía de Jesús: primero, quiere ir a su casa, en un hermoso gesto de cercanía y de amistad; segundo, le concede lo que le pide; tercero, lo elogia hasta decir que tiene más fe que cualquier judío.' El centurión nos muestra una fe sin límites en Jesús. Es la fe-confianza que se derrama en latidos de adhesión a la palabra. ¡Cómo nos enseña este hombre a vivir nuestra fe! Poco importa lo que seamos, los cargos que ostentemos, ya que lo que nos acerca de verdad al Señor es nuestra confianza•en su palabra, nuestra sencillez y nuestra humildad. Jesús percibe el afecto de aquel hombre por su criado y le corresponde con la misma moneda.                                                                                                                                         
                                     




martes, 27 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL LUNES 26/06/2017

Lunes 26 Junio
XII del T.O.
4º del salterio
Gén 17,1.9-10.15- 
22/Sa1127/Mt 
8,1-4




S. Pelayo, m.l. 
David de Tesalónica; 
Antelmo de Chignin; 
Josemaría Escrivá de 
Balaguer; José María 
Robles Hurtado


PALABRA:
Mateo 8,1-4
En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo sigue mucha gente. En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». Extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero, queda limpio». Y en seguida quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo: «No se lo digas a nadie, pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés».


La confianza del leproso
Aquel leproso nos representa a todos, porque todos somos leprosos. Todos sentimos las manchas del mal sobre la piel tensa de nuestras vidas. Todos necesitamos ser curados, atendidos, queridos e incorporados a la comunidad humana. Impresiona la confianza de aquel leproso y su oración sencilla, humilde y confiada: «Señbr, si quieres, puedes limpiarme». La primera virtud de la oración ha de ser la confianza. Creer en Jesús es confiar en Él, reconocerle como el Mesías, el Hijo de Dios. Y mostrarle esa confianza, en la seguridad de que nos hará el bien. La lepra simboliza la exclusión humana, el rechazo de los demás, la soledad personal, el aislamiento. Jesús nos abre las puertas de su corazón y nos integra en la comunidad, limpios, con la dignidad recobrada, alegres y dispuestos a caminar con ilusión.

Tu corazón se abría como una playa humilde, sin diques fabricados, y en la arena sumisa de tu carne el mar de Dios entraba enteramente. Así nosotros, Señor, queremos adentramos en Ti, para quedar limpios de nuestras lepras.

                                                                                                      




lunes, 26 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL DOMINGO 25/06/2017



Domingo 25 Junio
 XII del TO.
4° del salterio
Gén 16,1-12.15-16
/Sal 105/ Mt
7,21-29






Guillermo de
Vercelli; Domingo
Henares; Orosia;
Máximo de Turín;
Próspero

PALABRA:
Mateo 7,21-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?". Yo entonces les declararé: "Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados". El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las . pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente». Al terminar Jesús,este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.

La regla de oro
Tras leer esta página del evangelio, podemos sacar y anotar en nuestra agenda del alma esta regla de oro: «Lo únic9 que vale es poner en práctica lo que dice Jesús». Porque es fácil la piedad sensible, pero rehuimos la piedad sacrificada. Es fácil sentirse cristiano, pero es difícil comportarse como cristiano. Es fácil todo ese mundo de los sentimientos, con los altares rebosantes de luces y de flores, con las mejores canciones religiosas de fondo, pero es difícil abrazar después al excluido, al débil, al necesitado. Es fácil sonreír, es difícil llegar después al tajo y ayudar a los segadores. Jesús nos advierte seriamente para que no coloquemos nuestra religiosidad en las devociones solamente, sino en las acciones que son fruto de nuestro amor y de nuestra entrega generosa.


             




domingo, 25 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL SÁBADO 24/06/2017



Sábado 24 Junio
Oficio de la S.

ls 49,1-6 /Sal 138
/He 13,22-26 / Lc
1,57-66.80





Natividad de S.
Juan Bautista, S.
Fausto; Longinos;
Teodulfo; Fermín;
María Guadalupe

García Zavala


PALABRA:
Lucas 1,57-66.80
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidarol niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre."La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?». Porque la mano del Serio/ estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.


«Yo soy la voz, Cristo es la Palabra»
Aparece hoy la silueta de Juan el Bautista, recordando su nacimiento. Una silueta fascinante: es un hombre creativo, libre, audaz, que cumple al pie de la letra su misión, con una coherencla que le hace brillar, no solo como profeta sino como precursor del Mesías. Juan vive en la austeridad más radical; habla con la libertad de los hijos de Dios; denuncia las situaciones injustas; invita a la conversión; se encara con los poderosos. Y testimonia con su vida todo lo que dice. El mundo de hoy necesita nuevos profetas que anuncien y denuncien; que vivan lo que predican y prediquen como voces vivas de la Palabra, que es Cristo. Acaso la gran virtud de Juan fue su valentía: no tuvo miedo, se arriesgó y pagó con su vida el cumplimiento de la misión que tenía encomendada.






Señor, danos profetas para esta hora difícil de la historia: profetas libres, audaces, coherentes, que nos transmitan con fidelidad y encanto los mensajes recibidos de Dios. El profetismo nunca puede estar en paro, porque entonces habríamos sucumbido al clamor de los necesitados, al lamento de los heridos.                                                                                 




viernes, 23 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL VIERNES 23/06/2017 VÍSPERAS DE SAN JUAN



Viernes 23 Junio
XII del T.O.
4° del salterio
Gén 13,2.5-18 / Sal

14 / Mt 7,6.12-14






José Cafasso; Zenón;
Agripina; Gracia;
Lisberto; Bta.

Rafaela Santina

PALABRA:

Mateo 7,6.12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos».

Regla de oro para la convivencia
Todo el mundo se queja de lo difícil que resulta la convivencia. A veces, no se entiende cómo dos vidas que se unen por amor, después, a la hora de vivirlo cada jornada, se encuentran con tantos problemas. ¿No será que no existía ese amor? ¿O más bien que ese amor no tiene en cuenta la valoración de la otra persona, sus virtudes, sus defectos, sus luces y sus sombras? Jesús nos ofrece, en positivo, una vieja regla de oro, que ya se encontraba en el judaísmo: «Tratad a los demás como queréis que ellos os traten». O lo que es lo mismo: «No quieras para los demás, no hagas a los demás, lo que no quieres ni deseas para ti mismo». Jesús quiere que ese cuidado que procuramos para nosotros lo traslademos a las demás personas. Es lo mínimo que podemos hacer, al menos, en el planteamiento de una ética universal».

«¡Por los que no han sabido sospecharte, por los que tienen miedo de encontrarte, por los que piensan que, ya te han perdido, por todos los que esperan en la muerte, quiero cantarte, Amor, agradecido, porque siempre acabamos por vencerte!».


               





CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL JUEVES


Jueves 22 Junio
XII del TO.
4° del salterio
Gén 12,1-9 / Sal 32 / 
Mt 7,1-5






Stos. Paulino de 
Nola /luan Fisher 
y Tomás Moro, ml. 
Inocencio V; Albano; 
Acacio de Armenia

PALABRA:
Mateo 7,1-5
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo', teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano».


Jesús nos quiere hermanos
¡Cuánto abunda ese juicio directo que realizamos sobre los demás, sentándoles en el banquillo, y en tantas ocasiones, profiriendo nuestra sentencia sobre sus vidas! Así será de todo punto imposible una relación cordial, amable, sincera. Jesús nos quiere hermanos, nos ofrece que mantengamos una buena relación entre todos. ¿Quiénes somos nosotros para «juzgar» al prójimo? Señala el Señor también nuestro partidismo, a la hora de juzgar nuestras faltas y las de los demás. Con el prójimo somos duros, echándole en cara, acaso, lo mismo que nosotros tenemos por partida doble. Por eso, lo de la «mota» y la «viga». Quien juzga usurpa a Dios su tarea. Se impone la «pedagogía de la comprensión», porque, si supiéramos la última verdad de las cosas, tendríamos compasión hasta de las estrellas.

Señor, te pido imparcialidad para ver objetivamente las cosas, sin caer en el subjetivismo de mirar con benevolencia mis faltas y con acritud las ajenas. Al prójimo, no he de sentarlo en el banquillo sino «asentarlo» en mi corazón.



                 









jueves, 22 de junio de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MIÉRCOLES 21/06/2017




Miércoles 21 Junio
4° del salterio
Job 38,1.8-11 /Sal
106 / 2Cor 5,14-17 / 
Mc 4,35-40







Luis Gonzaga;
Ramón de Roda;
Inocencio de
Mérida; Demetria;
Rodolfo

PALABRA:
Job 38,1-8,11
El Señor habló a Job desde la tormenta: «¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno materno, cuando le puse nubes por mantillas y nieblas por pañales, cuando le impuse un límite con puertas y cerrojos, y le dije: "Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus 
olas"?».




Salmo 106
Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.


2Corintios 5,14-17
Hermanos: Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si unc murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para quE los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucite por ellos. Por tanto, no valoramos a nadie según la carne. Si alguna vez juzgamos a Cristo según la carne, ahora ya no. El que es dE Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo tu comenzado.





Marcos 4,35-40
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?». Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!». El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?». Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!».

El miedo, nuestro enemigo
El enemigo mayor de la fe, suele decirse, no es el error sino el miedo. Porque el miedo paraliza la capacidad de pensar. Y, más aún, la capacidad de decir lo que pensamos. El miedo nos condena siempre a un silencio estéril que no sirve para nada. A veces, tenemos miedo de nosotros mismos, de nuestras debilidades, de nuestra falta de consistencia. En ocasiones, tenemos miedo de los demás, de su poder, de su fuerza, de sus posibilidades. Los discípulos de Jesús sienten miedo ante la tormenta, se asustan porque creen que van a sucumbir. No pasa nada. Con Jesús de la mano, siempre estamos a salvo. Él está a nuestro lado.


Señor, elimina nuestros miedos, despójanos de nuestros nerviosismos, que nos paralizan )or completo. El miedo desaparece con la fe en Ti, con la oración que nos procura tu tracia y tus dones, con la certeza de que nuestra debilidad nos servirá para afianzarnos nás en tu Palabra.



                 





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