Miércoles 26 Abril
4º del salterio
He 4,8-12 / Sa1117
/1Jn3,1-2/Jn
10,11-18
Isidoro de Sevilla;
Nª Sra. del Buen
Consejo; Gregorio
y Domingo;
Marcelino; Rafael
Amáiz
PALABRA:
Hechos 4,8-12
En aquellos días, Pedro, lleno de Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos, interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta este sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos».
Salmo 112
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
1Juan 3,1-2
Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal
cual es.
1Juan 10,11-18
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».
Los destellos del Buen Pastor
El título de Pastor se aplica con frecuencia a Dios, como el Pastor fiel que cuida del pueblo. En tiempo de Jesús, los pastores no gozaban de buena fama e incluso aparecían en las listas de los «oficios despreciados». Jesús se proclama el Buen Pastor, que ofrece su vida por las ovejas que están amenazadas o que se encuentran en peligro. El Buen Pastor tiene tres hermosos destellos: primero, conoce a sus ovejas y las llama por su nombre; segundo, ejerce su labor desinteresadamente, no como los mercenarios; tercero, arriesga su vida, entrega su vida por las ovejas. Son tres hermosos destellos que califican y definen a un buen pastor. Todos los que ejercen y tienen a su cuidado una pequeña grey, han de poseer estas cualidades.
Señor, todos los que tenemos a nuestro cargo y encargo una pequeña grey —una familia, unos alumnos, unos subordinados—, queremos ejercer de «buenos pastores» como Tú. Queremos entregar nuestra vida en aras del servicio más leal.
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