miércoles, 17 de mayo de 2017

CULTÍVATE CON LA PALABRA QUE ES VIDA DEL MARTES 16/05/2017




VI de Pascua
2° del salterio
He 18,23-28 / Sal 46
/ In 16,236-28







Gema Galgani;
Juan Nepomuceno; •
Andrés Bobola;
Ubaldo

PALABRA:
Juañ 16,23b-28
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».



Pedir al Padre en nombre de Jesús
Jesús nos ofrece la fórmula de la oración: «primero, hemos de pedir con absoluta confianza en que se nos va a conceder lo que pedimos; segundo, la petición ha de ir dirigida al Padre; tercero, la petición la hacemos en nombre de Jesús». Así de fácil y sencillo. ¡Cuántas veces nuestra oración no conlleva estas condiciones! Sobre todo esa tercera condición: saber pedir en nombre de Jesús, o lo que es lo mismo, aquello que está acorde con el programa de su reino, acorde con lo que Él vivió y enseñó. Normalmente, nuestras peticiones van por otros caminos: la solución inmediata de nuestro último problema, la curación, el ascenso, el poder que nos permita triunfar. Hemos de aprender la fórmula: identificarnos con Cristo, hablarle con el corazón, presentarle nuestros anhelos más profundos para que Él se los haga saber —así podemos decir en nuestro lenguaje—, y el Padre que cuida de nosotros, que nos quiere con locura, nos atienda, ponga su mano poderosa en nuestra necesidad.

Señor, cuánta confianza inspiran tus palabras y cómo nos invitas a pedir, porque orar es pedir los valores de tu Reino, las virtudes cristianas, el conocimiento de tus enseñanzas. Orar es estar contigo, sentirte en nuestras vidas, escuchar tus palabras.


           





No hay comentarios:

Publicar un comentario

cultivarseescrecer Chanel