Martes 11 Julio
Oficio de la t
Prov 2,1-9 /Sal 33 /
Mt 19,27-29
S. Benito, f.
Pío I; Abundio; Olga;
Sabino; Jenaro
Mateo 19,27-29
En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?». Jesús les dijo: «Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna».
La gran apuesta
Esta será siempre la gran apuesta: «Nosotros, Señor, lo hemos dejado todo y te hemos seguido». O con otras palabras: «Señor, nosotros queremos seguirte, porque en Ti ponemos nuestra vida y confiamos plenamente en tu palabra». Unas líneas antes, hemos visto cómo el joven rico se aleja de Jesús y no acepta su invitación a seguirle, y hemos escuchado la dificultad de los que tienen riquezas para seguir a Jesús. El problema no es tener sino saber compartir. La clave está en la opción, en la gran apuesta, en la entrega «a qué y a quién». Jesús promete a sus discípulos que todos aquellos • que opten por Él, con Él estarán en su Reino. Como el buen ladrón escucha de labios de Jesús: «Hoy estarás conmigo en el paraíso».
Dios está enfermo de amor por ti, está siempre de rodillas suplicándote: ¿me quieres? ¿Que no te atreves a pensarlo? ¿Que es demasiado? Pues, abre el Evangelio o mírale hecho pan de vida en el Sagrario.
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